sábado, abril 29, 2006

 

Primer contacto

Como una niña pequeña estoy. Ayer por fin me traje a mi novia a casa y ya la he bautizado: Lola. La he llamado así porque la canción 'Lola', de Pastora, es una de las que más ganas tengo de aprender a tocar.

Os voy a parecer una cursi, pero me da lo mismo. La experiencia fue maravillosa. Los comienzos, salvo que seas una experta innata, siempre son un poco toscos, más aún teniendo en cuenta que era la primera vez en mi vida que tenía una guitarra dispuesta con las cuerdas para zurdos y que, por tanto, nunca antes había puesto los dedos para tocar acordes.

Aun así, estuve dándole duro a los acordes más básicos y al Mi menor, haciendo pequeños cambios de un acorde a otro, practicando punteos sencillos... y aunque hoy tengo las yemas de los dedos y la muñeca un tanto perjudicadas, estoy feliz como una perdiz. Por lo que he visto hasta el momento, es un instrumento muy agradecido en el que vas notando de una forma clara los avances, aunque sean pequeños. Y supongo que eso es básico cuando hay que aprender algo, darte cuenta de que con esfuerzo se puede mejorar, cosa que no ocurre necesariamente en otros ámbitos.

Por casa tengo también un sintetizador que, conectado al ordenador y con la ayuda de Fruity Loops o de Reason, me sirvió para hacer algún que otro tema, pero la verdad es que esa faceta musical mía anda un poco aparcada porque con el poco tiempo que tengo, necesitaba aprender a tocar un instrumento que no requiriese cables ni tener que estar mirando una pantalla. Y ésa creo que es la clave para que no termine dejando por ahí aparcada a mi Lola.

En fin, que creo que ayer comenzó la que probablemente será mi relación de amor más productiva y fructífera. Apuntaré el 28 de abril en un calendario para que no se me olvide esa fecha y además, prometo que en cuanto sepa tocar la canción de Lola, la colgaré por aquí con mi horrenda voz y con una foto que plasme el momento.

jueves, abril 27, 2006

 

Vértigo Numérico

Lo mismo que cuando comienzan esos días de toda mujer me pongo hecha un basilisco, las últimas jornadas menstruales me transforman en un cachorrillo asustadizo que observa todo con una extraña combinación de curiosidad y pánico.

Teniendo en cuenta pues que estoy en los últimos días de mi querida regla, me hallo en esa fase cachorrillo y, aunque parezca mentira, mi instinto se tapona y no me apetece insultar ni blasfemar. Las hormonas son unas traidoras, supongo que a estas alturas todos estáis al tanto de ello.

El caso es que hoy me dio por una de mis obsesiones recurrentes. Quizá se deba a que soy una Teleco frustrada y a que, por eso, las ciencias se me manifiestan de vez en cuando, pero el caso es que no puedo dejar de pensar en números y en sus curiosas relaciones con el espacio y el tiempo. En suma, me posee el vértigo de ser consciente de cómo esos inocentes dígitos van condicionando nuestra vida.

El paradigma de numeralización de nuestros días es, sin duda, el calendario. Cada jornada esta alfanuméricamente prevista con una antelación habitual de 365 días, encuadrados a su vez en meses, semanas y nombres predefinidos para cada uno de ellos. Por su interior nos movemos y en ellos vamos encuadrando nuestras vivencias.

Por un lado están las vivencias colectivas. Así, no podemos dejar de evocar determinados acontecimientos ante la repetición, en años posteriores, de días concretos. Véase 11-M, 23-F, 11-S, 19-J... Unos u otros condicionan en mayor o menor medida esas evocaciones en función de la proximidad. Así, el 11-S nos afectó a todos, el 23-F y el 11-M de una forma más concreta a los españoles y el 19-J -fecha de las últimas eleccione sen Galicia que supusieron largar a Fraga- forma parte más bien de la memoria de los gallegos.

Como todo viene a ser fractal en esta vida, el ámbito de esos números se va reduciendo hasta llegar al nivel de las vivencias propias de cada uno de nosotros. Y por eso, para cada persona, existen también fechas concretas que quedan grabadas para siempre, en la medida en que han condicionado el resto de sus vivencias.

Y justamente eso es lo que me da un vértigo terrible. Mirar a una calendario. Ser consciente de que el 22 de abril de 2005 no tenía ni puta idea de lo que me iba a ocurrir por culpa de una decisión estúpida del día siguiente. Ser consciente de que el 13 de mayo de 1998 por la mañana tampoco tenía ni la más remota intuición de lo que una llamada telefónica informándome de una desgracia iba a condicionar mi vida...

Ser consciente de todo eso es lo que me hace consciente hoy, cuando paso las hojas de una agenda, de que en esos días numeralizados del inocente calendario que nos regalaron en el banco se ocultan jornadas terribles, jornadas de disfrute absoluto, jornadas de descubrimiento y, más que probablemente, varios puntos de inflexión que nos harán cambiar para siempre. Ahí, en esos días hay personas que, para conocerlas, habrán requerido la inversión de x años de nuestras vidas.

Y cuando eso haya ocurrido -aquí viene el segundo vértigo-, cuando comencemos a indagar en las vivencias de esas personas, probablemente, nos daremos cuenta de que espacialmente hemos coincidido en cientos de lugares previamente. En lugares en los que entonces éramos desconocidos. Y eso me mata. Ver que todo está en manos de un azar, de un destino de un Dios o de lo que cojones sea. Ver que las causas de nuestra felicidad y de nuestro dolor más profundo las hemos tenido delante, pero que sólo se manifestarán un día cualquiera, en el número de día, de mes y de año menos previsto del calendario.

miércoles, abril 26, 2006

 

Mi nueva novia

Poderoso caballero, Don Dinero. Lo que no pueden mis sesiones en el gimnasio y en la piscina, lo que no puede la culturilla adquirida por la contemplación de documentales y las lecturas de libros, lo van a conseguir un puñado de euros para mí, de una puñetera vez.

Sí, pienso pagar por mi próxima novia. Me consta que sus curvas son de vértigo, si bien es cierto que mucho pecho no tiene. Tampoco es algo que me preocupe, porque sé dónde y cómo tendré que acariciarla, por dónde meterle los dedos para que grite justo como yo quiero. Para que no deje dormir a los vecinos.

Sé que la abrazaré cada noche, cuando llegue a casa. Y me recompensará con las palabras que yo quiera que me regale. Ni una más, ni una menos. Será, eso sí, un proceso algo laborioso. Aunque sea española, tendré que enseñarla a hablar, o quizá, sea yo más bien la que tendré que aprender su idioma. Pero si de algo estoy segura es de que terminaremos entendiéndonos.

Mi próxima novia será una guitarra que tocaré con la púa que me regaló el cantante de los Nada Surf cuando tenga la suficiente práctica. Y nadie más la tocará. No porque sea celosa, sino más bien, porque aunque para casi todo soy diestra, no es así en cuestiones guitarreras. Así que quien quiera acariciarla, tendrá que ser una siniestra como yo.

martes, abril 25, 2006

 

¿Con quién te irías de cañas?

Están de moda las encuestas. Hasta yo me sumé días atrás a este afán estadístico. La pregunta que hacían los Cerveceros de España a los gallegos fue con quién se irían a degustar su zumito de cebada...

Yo no sé si es que se confundieron con alguna encuesta de ésas del Pulsómetro, porque hay que tener muchas ganas de aburrirse en una noche de jarana eligiendo de compañero a Zapatero. Sí, ésa ha sido la elección de la mayoría de gallegos consultados. En segundo lugar se situó don Manuel Fraga Iribarne que bueno, nada más que por oírlo gruñir, imagino que sería más entretenido. Ya me lo imagino, acudiendo al retrete y escandalizado por los que son unisex o destrozando a caderazos las máquinas expendedoras de condones, cuando no picándolos directamente con un alfiler.

En tercer lugar, resultó elegido Rajoy, que también manda truco. ¿De verdad a la gente le gusta que le escupa en la cara su interlocutor? ¿Y que lo abandone para irse trotando al primer cuarto oscuro que encuentre?

El cuarto es otro sosainas de los de aúpa: nuestro insigne presidente, Emilio Pérez Touriño. Los que dicen que los gallegos somos unos masocas van a terminar llevando razón...

La noticia la tenéis aquí.

Ah, y yo, si pudiera elegir, me iría de birras con Jiménez Losantos. Primero, una visita al Avante, luego, al Tarasca y, para rematar la faena, un ratito en el HS... y por cierto, para él pasaría a llamarme Ramona Rodríguez...

¿Con quién iríais vosotros?

 

GoreMedia 2: Caldito con fundamento

¿Qué pasa? Si Tom Cruise se zampa tan pancho la placenta de su vástago, ¿por qué no iban a hacerse estos gerundenses un caldito con los huesos de la abuela?

Que la cosa está muy mal, que aunque ya no salga por la tele, las vacas estaban locas y toda precaución es poca. Además, teniendo en cuenta los riegos que entrañan hoy días las cocinas de gas, con esas explosiones desconotroladas, nada mejor que llevarse el kit de camping al cementerio y hacerse el guiso con la fresca. Seguro que hasta es más ecológico.

 

La feria de Sevilla

Sí, también es algo que detesto. Los farolillos, las faralais o como cojones se escriba, las casetas y que la gente se toque los cojones y se coja las cogorzas del año mientras yo me paso el día metida en una biblioteca tiñosa.

La feria de Sevilla y su alegría inducida por el rebujito son objeto de mis fantasías más psicopáticas, igual que la Semana Santa. Y lo que más me gustaría hacer con tanta gente que se divierte es algo que me inspiró una de mis pelis favoritas: 'Mars Attack'. Sí, me gustaría colarme en cada una de las casetas cuando todos duermen la mona y sustituir las cintas de Los Chunguitos, Camela, Bisbal, La Pantoja, La Jurado y todo folclórico y folclórica que nutre sus discotectas, por greatest hits de Kenny G., Enya, Andreas Wollenveider, Yanni y Richard Clayderman.

A ver con qué arte bailábais ese chute de New Age. Ni con fino en vena ni con puñetas.

 

Hostia Puta YA!

Sí, hoy es uno de esos días en que entiendo por qué bauticé así a este rincón. Es uno de esos días en que la opción de haberme quedado en casa comiendo chocolate y viendo el programa de María Teresa Campos habría sido la más adecuada. Es un día en que me cago en todo lo que se menea porque todo lo que se menea me molesta. Esos días en los que quieres lanzar los huevos que se han podrido en el frigo contra los cochazos conducidos por niñatos que pasan ante ti.

Para desayunar, discusión con mi mejor amiga por interferir por enésima vez en mis intentos amatorios. Como aperitivo, la becaria me dice que al final se va al teatro con un gañán que conocimos el jueves. Y para sesión vermú, desplazamiento de la puta compresa que, por primera vez en mi vida, me mancha el pantalón y me obliga a venir a casa a cambiarme de ropa, previo discurrir por media ciudad con el chaquetón atado al culo para que no se viera el chorrete.

Como estas jornadas aciagas no suelen terminar a mediodía, ya preparo el cuerpo para lo que pueda quedar por venir. Así pues, iré a la piscina, a ver si me ahogo de una puta vez o me da un colapso al darme la ducha de agua fría. Cojones Ya!

domingo, abril 23, 2006

 

Otro reto

Pues no, no será hoy tampoco cuando me dé por contar cómo fue el concierto de Nada Surf, que tengo una resaca espantosa y me voy a ir en breve a la piltra. Simplemente, a la vista del éxito cosechado por esto de la blog-realidad, se me ha ocurrido ponerme otro reto cumpliendo así la doble función de, por un lado, picarme a mí misma y, por otro, de haceros sentir afortunados por no ser unos entes tan ruínes como yo.

Ya os dije que soy una cabezona y lo demostraré. Así pues, el martes invitaré a la querida compi de curro a que me acompañe al cine. De ser su respuesta afirmativa, mi intención es dejar de marear la perdiz y declararme con algo tan simple como: hija mía, no te voy a proponer matrimonio, pero creo que es necesario que sepas que me gustas.

Acto seguido, encenderé un pitillo y proseguiré otra conversación frugal como quien no quiere la cosa.

Si soy capaz de ello, como la vez anterior, tendréis mi sonrisilla pululando por aquí. De no ser así, os deleitaré con una instantánea de mi cuarto de baño, ese lugar en el que, entre otras cosas, me ducho una vez a la semana, haga falta o no.

Para hacer la cosa más profesional, esta vez hasta tenéis encuesta a mano izquierda en la que hacer vuestras propias cábalas.

sábado, abril 22, 2006

 

Promesas cumplidas



Lo estabais esperando, que lo sé yo. Y ya empezaríais a pensar que la fortuna me había sonreído y que ésa era la razón por la que tardaba en cumplir mi promesa. Pues no, no es así. Lo más parecido a la fortuna que he tenido cerca ha sido algún paquete de tabaco de esa marca, así que os quedáis sin mi sonrisa.

Como deduciréis, esto implica que mis viles objetivos no se han visto cumplidos, si bien es cierto que estos días lo he pasado como una enana, especialmente contemplando que las gruppies pueden resultar aún más miserables que yo... qué cojones, mucho más miserables que yo. No obstante, es cierto que tales vivencias me han llevado a pensar que la mejor inversión para mi vida sexual debería ser aprender a tocar la guitarra o cualquier otro instrumento porque da igual el aspecto poco higiénico que tengan los miembros de cualquier grupo, da igual que tiendan a la obesidad, da igual todo. Las gruppies siempre están ahí para ellos y encima suelen ser monas.

Sea como fuere, aunque tiendo a asumir que la compañera de trabajo no vive en mi acera, ahora que juego sin presión me limito a disfrutar del surrealismo que sigue invadiendo nuestras conversaciones, de lanzar comentarios con subtexto sin pudor y sin que ello implique que tartamudeo o que me pongo colorada.

Yo, por si acaso, tendré en cuenta su petición de que la llame cuando se me ocurra ir al cine. No pierdo nada, oyes. Y además, para qué negarlo, aunque las esperanzas actualmente rocen el bajo cero, me ayuda a olvidar momentos que deberían estar enterrados ya en el subsuelo.

De hecho, imagino que no es casual, sino causal, que publique este lamentable post cuando se cumple justo un año del día en que conocí a la que se iba a convertir en mi relación más tormentosa. Precisamente, esa noche salí cuando eso era lo último que tenía pensado hacer. Además, lo hice con un amigo con el que no es muy habitual tampoco que salga de copas. Y mira, terminé durmiendo en casa ajena de primera cita por primera vez en mi vida.

Para 'celebrar' el aniversario, hoy tenía pensado quedarme en casita viendo alguna película y evitar así la posibilidad que otorga la noche de encontrarme con otro cuerpecillo en tan fatídica fecha. Sin embargo, esta tarde me fui de tiendas y me compré una americana monísima y una camiseta que parezco una modelo de Jean Paul Gaultier. Así que cuando llegué a casa me dije: qué cojones, esta noche tu sales aunque trabajes mañana. Y además, para demostrarme a mí misma que soy más chula que un ocho, decidí quedar con el mismo amigo que quedé hace un año.

Según acabo de mirar en una web gracias a Google, las posibilidades de que te parta un rayo son una entre 600.000. Por lo tanto, la posibilidad de que te parta dos veces un rayo imagino que es aún más remota. Así pues, las posibilidades de que el 23 de abril vuelva a convertirse en una fecha repulsiva para mí deduzco que son escasas aunque salga con un paraguas en plena tormenta.

Pues eso, que os dejo aquí la otra foto con los ositos de mi pijama y que me voy de fiesta, que ya está bien.



Ah, ya os contaré lo de Nada Surf... pero eso mañana, que me vienen a recoger ya.

viernes, abril 21, 2006

 

Avance

Sí, almas de pollo, tranquilos. Tendréis vuestras fotos, mañana mismo, en cuanto me recupere de la ingesta de Estrella Galicia, que una hace patria hasta en tiempo de ocio, como buena nativa-adoptiva que es.

A veces, errar el objetivo inicialmente marcado sólo implica un paso necesario hacia otros aún más importantes. Y los importantes son esos que acarrean paciencia, perseverancia, esfuerzo... Esta señorita que leeis con cierta asiduidad es una gilipollas que nunca niega tal cosa, pero también es una cabezona sin parangón. Así pues, id preparandoos, que vendrán nuevos autorretos. Muahahaha.

Hale, me voy a dormir, que mañana me gustaría parecer una persona seria y responsable en la biblioteca y en el gimnasio.

jueves, abril 20, 2006

 

Moratoria

Me consta que hoy a unos cuantos os traerá a este rinconcillo el morbo de contemplarme en grotesco pijama. Soy mujer de palabra -y palabrotas- y cumpliré mi promesa, pero me váis a dar una moratoria, en la medida en que hoy está programado un nuevo encuentro en lugar menos prosaico que un bar durante un partido de fútbol.

No es que sea gran cosa, pero al menos un concierto -otro, Dios mío, qué miedo- parece menos impropio para declaraciones de intenciones que una tasca llena de maromos y maromas jadeando a hombres que corretean sobre el césped.

El hecho de saber que habría partido de vuelta después de lo de ayer, me hizo jugar de una manera mucho más conservadora, lanzando algún que otro pelotazo a la olla por si colaba, pero nada de internadas por la banda, de jugadas entre líneas, de combinaciones endiabladas... vamos, que parecía la selección italiana en cualquier mundial, solo que sin partir la nariz de nadie y sin el árbitro a favor.

Sea como fuere, ayer, después del partido, nos fuimos al centro a tomar unas cervecillas. Las dos primeras las tomamos con mi compañera de piso y su novia, que también andaban por allí y que, como me aprecian medianamente, decían que la cosa no les parecía inviable a la vista de la actitud de la chica.

Para la última birra nos quedamos solas y se supone que ése sería mi momento, pero entre que una es de natural cobarde para estos quehaceres y ciertos comentarios por su parte indicando que "ya no me importa que el amor de mi vida no sea guapo, me conformo con que sea entrañable", me eché para atrás y se me vinieron a la cabeza los numerosos fracasos de mi recorrido vital, considerando que probablemente éste será otro más.

Finiquitada la cerveza, insistí en acompañarla a casa, lo cual ella consideraba innecesario, en la medida en que quedaba bastante cerca, pero bueno, en la puerta del domicilio nada parecido a una película de Hollywood, despedida efímera y hasta mañana.

Así pues, criaturas mías, algo me dice que os vais a tener que conformar con mi foto en pijama y nada de sonrisa. Lo positivo es que volveré a cabrearme con el mundo y dejaré de hablar para volver a expeler.

martes, abril 18, 2006

 

GoreMedia I: Tom Cruise y las placentas

Como ando muy prolífica últimamente y me propongo en breves fechas organizar esto por secciones, se me ha ocurrido, mientras se me termina de cocer la pasta, abrir un nuevo apartado. La inspiración ha llegado a través del que, probablemente, es el actor más hostiable del planeta: Tom Cruise.

A partir de ahora, en GoreMedia, tendrán cabida todas esas informaciones disfuncionales que tanto me gustan, siempre y cuando éstas posean una carga de escatología considerable.

Para inaugurar la sección, nada mejor que el anuncio realizado hoy por Tom Cruise, que literalmente dice: Voy a comerme el cordón y la placenta allí mismo, en referencia a lo que hará nada más nazca su primer vástago, del útero pánfilo de su esposa, Katie Holmes.

El muchacho ha argumentado al respecto que tales 'alimentos' son muy nutritivos. Ya sabemos, por tanto, cuál será la explicación que nos ofrecerá cuando, de una vez por todas, algún paparazzi lo capte en plena acción dentro de un cuarto oscuro. Con este precedente, podríamos hasta creernos que ésa es la verdadera razón de su visita.

 

Charming Caspa V: Manuel Luque



Continuando en mi línea de rescatar esos hitos de la caspa publicitaria, no podía dejar de referirme a Manuel Luque, más conocido como 'El hombre de Colón', artífice de aquella famosa frase de : 'busque, compare y si encuentra algo mejor, cómprelo'. Cuando en España el ejecutivo era un ser aparentemente respetable, solía aparecer anunciando sus productos porque se supone que eso transmitía confianza.

Imagino que al respecto Mario Conde fue uno de los causantes indirectos de que la tendencia se modificase. Hasta tal punto, que sospecho que si hoy día saliese un máximo mandatario en cualquier anuncio, recelaríamos directamente, porque pocas formas hay más claras de sugerir: te vamos a robar. Por eso, aunque actualmente los anuncios de detergentes -que serán objeto de exaustivo análisis en Charming Caspas futuros- siguen dejando bastante que desear, ya no salen sus directivos.

Sea como fuere, creo que otra de esas preguntas estúpidas que nos hemos hecho en los últimos años es: ¿qué coño pasó con el hombre de Colón?

Por de pronto, no hay que dejar pasar que una de las primeras respuestas a tan inquietante cuestión nos la ofreción el grupo Pabellón Psiquiátrico, una panda de tarados, precursores indudables de El Chivi, que cuentan entre su hits con temas como "Una alemana me la meneaba" o "Guarra, foca, sácate inmediatamente eso de la boca".

La letra de la canción "El hombre de Colón", de la que recuerdo sólo el estribillo, venía a decir tal que así: El hombre de Colón, cambió de profesión, ahora se dedica a la prostitución.

Después de ese impacto, recibido cuando un tío político me grabó la cinta siendo una tierna infante de diez o doce años, creí haber encontrado la respuesta y no le eché cuentas. Pero claro, crecí y me planteé que ese canto, aunque verosímil -después de lo de Mario Conde de nuevo- podía no ser cierto.

Y hoy ha sido el día en que me ha dado por husmear en Google para comprobar que, lamentablemente, la evolución profesional de este hombre no ha seguido la línea de la niña de Cosas de Casa o del actor que hacía de Power Ranger rojo. Ya sabemos que los empresarios son una especie distinta. No importa las corruptelas en las que incurran, que pisen la carcel una y otra vez. Ellos siempre terminan saliendo y recuperando el dinero guardado en cuentas suizas para seguir de lo suyo.

Así, podéis comprobar tan poco excitante realidad visitando su página web, en la que además se evidencia que alguien le dijo que para fondos quedan mejor los azules, si bien se olvidaron de informarle de que poner la mano en la barbilla mientras posas para una foto te hace parecer un vulgar cantante de baladas.

Para que recordéis tiempos pasados, también os invito a que contempleis el vídeo del famoso anuncio, con el cual os haréis otra turbadora pregunta: ¿qué pronunciación peculiar fue primera, la de Manuel Luque o la de Pepe Bono?

lunes, abril 17, 2006

 

La canción del verano

Con el calorcete, además de mozuelas con ropa escasa, llega la famosa canción del verano. Lo normal hasta el momento era que alguna empresa machacase hasta la saciedad con alguna cantinela que luego teníamos que soportar en cualquier tasca veraniega. Esa campaña machacona solía estar milimetrada hasta el extremo y era fruto, obviamente, de una importante inversión económica.

Este año, sin embargo, todo a punta a que las cosas van a ser diferentes. Sí, tendremos canción del verano y la tendremos aborrecida a mediados de junio, pero por una vez, no será el resultado de los dictados de la industria, sino de eso que los especialistas llaman 'marketing viral', esto es, el boca a boca.

Aquellos que llevamos una vida triste y casi ausente de intercambios de fluidos, descubrimos hace tiempo, mediante el sustitutivo intercambio de enlaces, la cancioncilla de Opá, yo viacé un corrá, que ha sido vista más de 1,3 millones de veces a través de YouTube.

Su autor es Jesús Rodríguez, aka El Koala, que la escribió hace unos años ya y que, como todo hijo de vecino, recibió una patada en el culo por cada discográfica que visitó. Finalmente, consiguió que le publicasen un disco con un pequeño sello sevillano, grabó un vídeo que se emitió en La 2 de Andalucía y un fulano al que le hizo gracia lo colgó en YouTube.

Ahora, todo a punta a que tendremos la canción de Opá en tonos, politonos, en la sopa y en el wáter. De acuerdo, la odiaremos dentro de nada, pero como símbolo de elección 'democrática' me hace sentir bien.

Por supuesto, aquí tenéis el enlace directo.

domingo, abril 16, 2006

 

Charming Caspa IV: Productos Pascual



Si tenéis de 24 ó 25 años en adelante, salvo que hayáis tenido unos padres modernos que os prohibieron ver televisión, vuestra infancia estará inevitablemente marcada, cual vaca frisona, por el fuego candente que son para las neuronas los anuncios del Grupo Leche Pascual.

Este emporio, que comenzó como su andadura en 1969, no cabe duda de que ha marcado los pasos de la diversificación del mercado lácteo en este país, pero si hay algo que los caracteriza por encima de sus productos, es la capacidad para superarse, año tras año, en la casposidad de sus campañas publicitarias.

Por más que he hurgado en Google, no he logrado localizar la respuesta a una de esas preguntas absurdas que todos nos hemos hecho más de una y más de dos veces en la vida: ¿quién cojones hace los anuncios de esta compañía? Ante la ausencia de respuestas, la conjetura más plausible es que son los propios directivos quienes, en una muestra de que creatividad y capacidad para negociar no están reñidas, nos deleitan con semejantes aberraciones.

Es una pena que no disponga de material audiovisual para ilustrar este repaso que me propongo por semejante galería de los horrores... no todo iba a estar en YouTube, claro. En cualquier caso, el primer referente que mi memoria tiene de estos productos es aquel eterno publirreportaje de varios minutos que nos indicaba que podíamos ir al retrete sin prisa alguna, porque cuando volviésemos aún no habría terminado.

En ese publirreportaje podíamos contemplar a las vacas con tubos metálicos enchufados a sus ubres, luego veíamos la leche en unos tanques inmensos y, entretanto, una voz en off tan sobreactuada que parecía que iba a anunciar la muerte de alguien, nos explicaba un concepto que entonces sonaba a ciencia ficción: la pasteurización.

Al final salían una panzá de camiones de la empresa que eran más largos que el del Coche Fantástico. Por último, aunque la memoria me falla en este punto, imagino que aparecerían los directivos con algunos de sus productos en la mano mientras soltaban un eslogan de vulgar rima consonante.


LLEGAN LOS ANUNCIOS CON MUSIQUILLA



El siguiente hito publicitario de la compañía me viene a la cabeza con melodía y todo. La letra casi me la sé entera y agradeceré encarecidamente que algún alma bondadosa la complete. Si no me equivoco, era más o menos así:

"Estoy harta de engordar
(...)
a mi la grasa no me va.
Pienso cuidarme mucho mucho más,
voy a tomaaaaar Leche Desnatada Pascual
Leche Desnatada Pascual
Leche Desnatada Pascual"


Al final del spot, también recordaréis, la chica cerraba el frigorífico, en un sutil gesto, con sus posaderas. Y sonreía, sonreía mucho, porque tomando esa leche ya no sería una vaca nunca más.

LOS PELIGROS DE LA DIVERSIFICACIÓN



Ampliar el negocio es bueno. Y que recuerden tu producto, también lo es. Pero lo que cabría preguntarse es si ese recuerdo debe mantenerse a cualquier precio. Para los publicistas del Grupo Pascual parece que sí. De lo contrario, no entiendo cuáles podrían ser las razones para poner a un agua un nombre con tan mala rima como Bezoya. No me sirve de excusa que el lugar del que se extrae se llame así. En Almería hay un pueblo que se llama La Mojonera y por mucho orgullo patrio que tengan, imagino que no se les ocurrirá bautizar a sus productos con tal denominación de origen.

Obviaré pues, alusiones a lo que decían los niños que les ocurría cuando bebían ese agua...

LLEGA EL PRIMO


Otro de los hitos procede también de la cacareada diversificación de productos. Ya sabemos que Zumosol es la línea de zumos de Pascual y el primo del Zumosol forma parte de nuestro imaginario colectivo. A mi juicio, el famoso primo forma, junto con Mr. Propper, el primer caso de emisión en España de un homosexual bajo la apariencia de cachas cachondón. El muchacho, que yo recuerde, nunca llegó a abrir el pico, pero esas camisetas tan ceñidas y su afán por la vida sana, cuando menos, lo alejaban del arquetipo de macho ibérico vigente por entonces en este país.

Por cierto, el niño que amenazaba con llamar al primo forma parte de esos seres con los que he fantaseado sádicamente. Su voz, su carácter evidentemente chivato eran demasiado susceptibles para el odio ajeno.

SIGLO 21, SIGLO DE MESTIZAJE


Con el nuevo siglo llegaron nuevos productos, esta vez, recombinación de todos los anteriores. Y así, tenemos la saga de BioFrutas, esa mezcla de zumo con leche que, por cierto, si lo tomas después de hacer deporte, te provoca una sed infernal.

Quizá, los anuncios dedicados a estos productos no han sido del todo aberrantes. Lo dejamos en que son formalmente toscos y conceptualmente obsoletos -joder, qué pedante estoy hoy-. Así, aparecen las típicas imágenes que vinculan la vida sana con el BioFrutas de marras, así como un bombardeo del envase del producto, para que no lo confundamos con otros cuando vayamos al Pryca.

Sin embargo, en ese anuncio en concreto había un detalle que a muchos pasó desapercibido, pero que refleja que la producción audiovisual no es el fuerte de esta compañía. Así, cuando una chica que había estado paseando alegremente en bicicleta se detenía a 'beber' su BioFrutas, el plano medio delataba miserablemente que era imposible que la buena moza estuviese bebiendo nada, en la medida en que todos podíamos ver el precinto de aluminio sin abrir. Lamentable.

Podría seguir, si mi memoria no estuviese tan deteriorada, hablando de cuando se lanzaron los cereales o hacer lo propio respecto a sus nuevos productos elaborados a base de soja. También podría detenerme en la casposidad de una gaseosa -cuyo nombre no recuerdo ahora- cuyo spot mostraba a unos jovenzuelos en un jeep que se terminaban echando las botellas encima. Oh, jóvenes alocados, qué felices...

Pero en fin, creo que por hoy ha sido suficiente.

sábado, abril 15, 2006

 

Apuestas

Una de las razones por las que me gusta expeler verbos, adjetivos y sustantivos, bien en este blog, bien en mis archivos personales, es que luego, con el tiempo, les echas un vistazo y te invade una extraña sensación. Esa sensación puede tener muchos colores. La más habitual es similar a ésa que tienes la primera vez que escuchas tu voz grabada en una cinta. No te reconoces.

Eso puede ocurrir porque lo que te preocupaba ha dejado de hacerlo, porque los problemas se han solucionado o, lo más probable, porque tienes otros más gordos que dejan los anteriores a una altura miserable.

En ocasiones, me gusta retarme a mí misma y me hago apuestas que, en función del resultado, me veo obligada a cumplir o no, claro. Así pues, esta vez voy a hacer una autoapuesta de ésas, pero esta vez en público.

El día hacia el que proyecto el reto es el próximo miércoles. No daré detalles, que tengo tendencia a gafarlo todo, pero digamos que las pocas expectativas sentimentales que tengo se concentran en ese día. Y teniendo en cuenta que mi vida es cada vez más bizarra, añadiré que el momento en concreto debe discurrir durante el partido de semifinales de la Champions entre el Villarreal y el Arsenal.

Si consigo mi objetivo, que no es meramente lascivo, os prometo que cuelgo aquí algo inédito hasta ahora: mi careto sonriendo, luciendo sus dientes corregidos vía ortodoncia. Ah, y probablemente, después de eso, dejaría de escribir durante un tiempo, puesto que tendría cosas más interesantes que puntear con mis dedos que el teclado del iBook.

Si no lo consigo, para hundirme definitivamente en la miseria de mi destino, colgaría una foto en la que se me pudiese contemplar vistiendo uno de mis horrendos pijamas, incluídas las zapatillas de guatiné.

Ya sé que resulta mucho más interesante lo segundo y que estáis deseando que me pegue la leche sólo por verme embutida en los pijamas que he acumulado gracias a mi abuela Reyes tras Reyes... pero como quiero tener vuestras voluntades conmigo, doblo la apuesta, así que si consigo el objetivo, a parte de la sonrisa, tendréis ración también de imagen en pijama. Hale, ya estáis poniéndole una vela al Cristo del Gran Poder.

viernes, abril 14, 2006

 

El 7º Harte

El cine, oh, esa fábrica de sueños, ese pozo de frustraciones, ese alimento para quienes carecemos de vida social...
Imaginaréis que si se me ocurre hablar aquí de esto no puede ser con buenas intenciones. Me gusta, eso es que me vais conociendo y que os convertís en potenciales parejas mías si es que pese a ello seguís visitándome y no me odiais del todo.

Desde el lunes pasado por la noche, no me he relacionado con ningún ser humano, excepción hecha del taquillero de ayer, al que le dije: una para la cuatro. Imagino que por ello hoy era un día para estar completamente desquiciada pero, gracias al amigo SSB he descubierto una web que me ha situado detrás de las cámaras o, cuando menos, en la mesa de montaje, ahogando por momentos la frustración de ser una mindundis.

Y fruto de ese conocimiento mútuo, entre SSB, Astropop y yo hemos creado una serie de monstruosidades que, quizá, en vuestros momentos de aburrimiento, os hagan gracia o que, por lo menos, puede que os animen a intentarlo también, porque la cosa engancha.

"Tren sin destino" by SSB

"Un helao que te cagas" by Sili[k]

"La morte de Turbo Silik" by Astropop (guest star: el chico de los helados)

"Otilio, el pan" by Sili[k]

"Metrosexual man" by Sili[k]

"Problemas de compartir piso" by Sili[k]

"Romanticismo" by Sili[k]

[Me vais a perdonar, pero he tenido que quitar los que enlazaban a la web con secuencias de pelis indias, porque actualizan las secuencias cada día y los subtítulos ya no cuadraban... sólo unos pocos habéis podido disfrutar pues de la efímera saga Felatio Can... lo siento chicos y chicas. Como contraprestación os he añadido uno sobre los problemas que puede acabar acarreando eso de compartir piso y otro sobre la frugalización del sentido del romanticismo]

jueves, abril 13, 2006

 

Santa



Mi amigo Astropop, que sabe que me encanta la Semana Santa, me ha hecho un regalo para estas fechas entrañables.

 

Volver

No, aún no he visto la peli ésa, que sí, que dicen que te ríes mucho, pero con lo que estoy estudiando, tendría que ir a la sesión de las once de la noche y el cine me pilla bastante lejos de casa con lo cual, volverme a la una y pico de la mañana implicaría que ir sola no sólo fuese una evidencia de mi soltería y una posibilidad para ponerme melancólica recordando tiempos en los que no existía ese problema, sino que acarrearía el terror de encontrarme 'bébedos' como Sue Ellen a los vecinos punkis de La Kabrona, por ejemplo.

Decía pues, lo de volver, porque abril, para mí, tiende a ser un mes en el que el surrealismo, el absurdo y el esperpento salen del armario como las camisetas de manga de sisa, se esconden en cualquier esquina y surgen a mi paso para comprobar el nivel de salud de mi sistema cardiovascular.

Por eso, en abril tenía que ser cuando mi ex -cierto es que a colación de la Semana Santa- decide volver de la capital para vacacionear por estos lares galaicos. Y claro, aunque tenemos un pacto de no llamamiento mútuo que por una vez en su vida está respetando, desde ayer no soy capaz de ir por la calle sin parecer una víctima de manía persecutoria. No importa que diga de ir a un sitio en el que nunca hemos coincidido. Si voy a ese sitio o a cualquier otro, las posibilidades de que nos encontremos son demasiado elevadas en este mes infernal.

En consecuencia, desde ayer por la noche, estoy disfrutando de todas las procesiones en el interior de mi casa. De la del silencio, porque mis compañeros y mis amigos tienen mejores planes que los de una opositora responsable; la de la penitencia, porque me autoflagelo pensando en lo diferente que habría sido todo de no haber optado por la noche cierto día de abril del año pasado... y no sé si habrá alguna procesión dedicada a María Magdalena pero vamos, que en cualquier caso, lo que más hago es cagarme en la puta por ser tan gilipollas.

lunes, abril 10, 2006

 

Odio y más odio

Tengo instintos asesinos. Los asumo y por eso los controlo. Ese instinto viene a ser como la fantasía sexual. Se juega con ella en solitario y resulta más divertida cuanto más material la conforma. Si te has cruzado con una pedazo de mujer y ese mismo día has estado husmeando en una página de juguetes sexuales, probablemente combinarás esos instrumentos en tu pérfida imaginación antes de dormirte como un bebé.

Ayer, cuando leí esta noticia, el número de piezas de mi puzzle psicótico aumentó indiscriminadamente. Introducir cirios por el orificio de los penitentes que me obstruyen el paso es una de mis fantasías dementes habituales en Semana Santa. Igual que lo es subirme en pelotas y sin depilar a alguna de las vírgenes que cargan a cuestas los soplagaitas de los cofrades mientras grito al sexo libre y a pelo delante de los fieles.

Aunque manido, también forma parte de mi imaginario perturbado la posibilidad de irrumpir con un trailer en el paso de cualquier procesión y arrollarlos a todos mientras contemplo cómo se estampan en el parabrisas peinetas, mantillas y caperuzas de ésas del kukusklan manchadas de sangre.

Pero la introducción en ese imaginario caótico de los putos niños y sus putas Nacys... eso me hace delirar. Y entonces, me vuelvo aún más cruel. Y me veo obligándolos a detenerse mientras con una patada giratoria aprendida de tanto ver Walker Texas Ranger, arranco la cabeza de la muñeca, que cae a los pies de una niña con un traje rosa. Ésta comienza a llorar. Y cuando mi carcajada es enorme y grotesca y los demás niños balbucean pidiendo ayuda a sus progenitores, exclamo a grito pelado: LOS REYES SON LOS PADRES, LOS REYES SON LOS PADRES, LOS REYES SON LOS PADRES.

Que se jodan.

 

Uyuyuy

...pasarse los fines de semana currando no es bueno, eso ya lo sabéis, pero aprovechar las horas de la tarde-noche para recuperar los discos de Lou Reed, Pink Floyd, King Crimson, The Velvet Underground, Laurie Anderson o Alan Parsons creo que tampoco. Escucha rock o canciones depresivas con moderación, es tu responsabilidad.

viernes, abril 07, 2006

 

Ciclotímica

Parece que la_kabrona y yo estamos conectadas de algún modo, porque antes de escribir este post, me pasé por su rincón redondo y descubrí que aludía a su fascinación por las esdrújulas justo en el día en que tenía previsto titular así... en fin, debe de ser que hoy tengo las irradiaciones cabronas elevadas y por eso lo del fenómeno telepático.

Creo que por mucho que el psiquiatra me dijera que estoy estupenda, tengo una ciclotimia de ésas. De lo contrario no me explico por qué ayer estaba tan alegre y sonriente y hoy con una cara de Arzalluz que ni me reconozco en el espejo. Tenía la barriguita llena de mariposas y ahora es como si se me hubieran metido ahí los gérmenes del anuncio de Pato WC, porque tengo una mala hostia...

Si hay algo triste y decadente en esta vida es que tu existencia sea tan vulgar como para que puedas sentirte reflejada en las canciones escritas por otros. Cuando ese reflejo lo encuentras en canciones de Fangoria -y no sólo en una, sino en dos y en tres y en cuatro y...- la cosa pinta bastos.

Mi existencia, por tanto, es extremadamente superficial y vulgar. Por el momento me había decidido a ver la vida pasar, pero sin venir a cuento, alguien la vuelve a nombrar... y catacrash. A tomar por saco la autoterapia, la sensación de 'indiferencia natural'... Me dejo de creer que en realidad ella era como el interior de una nave espacial abandonada, que brilla por fuera, pero por dentro nada...

Y concluyo que no sé que me da, que me hace volar. Pero entonces, me trato de convencer de qué sirve un futuro ideal construido en terreno ilegal y de que su amor fue para mí basura tóxica espacial.

Al final son los Astrud los que llevan razón: todo da lo mismo, nada depende de ninguna decisión.

miércoles, abril 05, 2006

 

Charming Caspa III: Zlad



Lo echábais de menos, ¿verdad? Pues no, no me olvido. No me olvido de que necesitáis vuestra dosis de bizarrada y aquí tenéis una de la buena. Estas imágenes espeluznantes habitaban en mi memoria, pero ha tenido que venir un amigo a refrescármela gracias a YouTube, así que agradecedle a él vuestro disfrute.

Su nombre es Zlad y viene de Molvania, país que ni tan siquiera sé si existe y que tampoco voy a ponerme a estas horas a buscar en el Google Earth. En cualquier caso, no importa. Da lo mismo de dónde venga siempre que sea capaz de ofrecernos algo así, una suerte de tecno-casio-pop que hace que sientas que el adjetivo "cutre" es tremendamente insuficiente para definirlo.

Sí, vosotros que habéis visto a Camela pensáis que voy de farol, pero estos amos de las gasolineras son Mozart en Pasarela Cibeles a su lado. El modo en que se mete en el papel, sus gestos, el uso -superando incluso a los Modern Talking- de todas las cortinillas y efectos de que dispone la mesa de mezclas... todo ese maremagnum de caspa hace que una sea consciente de que mucho esfuerzo será necesario para superarlo.

Os pongo aquí un fragmento de su canción más conocida, Electronik Supersonik para que os hagáis una idea de la sutileza de sus metáforas:

Fly away, my space rocket,
You no need put money in my pocket
The door is closed I just lock it,
(Ha) I put my (Ha) port plug in your socket (Ha Ha Ha)

Pero sé que lo que realmente estáis esperando es verlo en directo, así que a la vista de que hoy estoy bastante espesa, no os hago esperar más. La caspa nos reclama y no seré yo quién de retrasar su irrupción irresistible:

Videoclip de Electronik Supersonik


Videoclip de Anti-Pope (a que te doy un zarpazo, maricona)

 

Sí, ¿qué pasa?

Leo en la medida en que mis maltrechos ojos de opositora me lo permiten, voy al cine cuando encuentro un hueco, soy adicta a los libros de la editorial Taschen y a todo lo bizarro que he descubierto a través de Jordi Costa. Tengo un par de gafas y ambas son de pasta, me encanta Woody Allen, adoro Los Simpson y Futurama, así como A Dos Metros Bajo Tierra. Visto camisetas de Mazinger Z y La Naranja Mecánica, decoro mis atuendos y mochilas con chapas... vamos, que a simple vista soy una cultureta hecha y derecha.

Lo que me jode es que esas formalidades llevan a la gente a pensar otras características de mi persona que no son ciertas, como que soy de izquierdas y que le saco significado al teatro éste independiente cuya esencia es en sí misma que los actores salgan en pelotas al escenario.

Pues no, hostia, no soy de izquierdas. No me sale de las gónadas que si yo me mato a currar alguien que se rasca la barriga cobre lo mismo que yo, ¡qué pasa! Me gusta la libre competencia y la productividad, la eficacia y la eficiencia... otra cosa es que los hijos de puta de los empresarios se aglutinen en macroconglomerados que se cargan esa competencia, esencia del liberalismo, y que pacten los precios del agua y de la luz.

Tampoco creo que la clave del libre mercado sea explotar a los trabajadores, pero claro, ya sabemos que la mayoría de los empresarios de este país no son capaces ni de enviar un email por si mismos, con lo cual es normal que eso de invertir en capital les suene a chino y que sigan creyendo que la única forma de ampliar márgenes es precarizando a sus empleados.

Y no, tampoco me gusta el teatro. Me aburre, ¡hostia! No hay movimientos de cámara, sobreactúan en dicción y gestos y normalmente, hacen cosas raras que no entiende nadie, fruto del ácido que se metieron cuando escribieron el 'guión' y luego dicen que quieren reflejar esto y lo otro. ¡Una mierda!

Por contra, hay otras cosas anti-culturetas que adoro y que dejan a la gente desencajada, como si les dijese que tengo la tiña. Sí, me encanta el fútbol. No cambio un buen partido de la Champions por una cena romántica. Ayer disfruté como una enana en un bar viendo el Villarreal con una colega y un par de cervezas. Me gusta gritar ¡penaltyyyyyyyy!, insultar al árbitro, cagarme en los italianos, que son unos asesinos y que ganen los equipos españoles.

Sí, y me emociono con las salidas de Fernando Alonso y con el himno sonando después de que gane una carrera. Y cuento los días que quedan para que empiece el mundial y jaleo a los españoles que van a las olimpiadas y si hay un compatriota en cualquier otro deporte del que ni tan siquiera sé las reglas, me lo trago igual. Igual que me trago los análisis en El Larguero.

Soy una cultureta maroma, porque a mí me da la gana y porque estoy hasta el gorro de que disfrutar de una cosa implique presuntamente que no puedes disfrutar de otra. A tomar por saco los arquetipos. Y como suba el Almería a Primera, me compro la camiseta y me la llevo a Silleda a hacer el examen de las oposiciones. ¡Coño ya!

lunes, abril 03, 2006

 

Dios castiga...

Mi madre siempre dice que Dios castiga y no da voces. También hay un proverbio chino que ora 'cuídate de lo que deseas porque puede que lo consigas'. Parece que la trascendencia oriental y la elocuencia materna se han conjurado contra mí, por gilipollas.

Hace tiempo que a este país llegó el destape y la modernidad. A tomar viento la represión, apareémonos todos sin pensar en mañana... así, llega una edad, a partir de los veintialgo, en que te enamoras al revés. Es decir, cuando eras una niñita que usaba cocos en el pelo, primero te empezaba a gustar alguien, tonteabas, la cosa se hacía insostenible en tu estómago y te declarabas para luego, en su caso, proceder a la plasmación física de ese sentimiento.

Ahora, en cambio, las cosas son al contrario. Primero te llevas a la cama a alguien y luego descubres cómo se llama, qué estudia, la música que le gusta, su número de teléfono... y puede que te enamores.

Bien, pues tiempo atrás, después del cataclismo, me dije: 'quiero una historia que empiece como antes'. Llamadme carca, pero es así como lo deseaba. Y oye, unos meses después, parece que el destino me está puteando, haciendo como que me hace caso. Pero claro, esto de los deseos cumplidos es como los chistes del genio de la mala leche, que te los concede, pero se aferra a la imprecisión con que los formulaste para reírse de ti y dejarte peor de lo que estabas antes.

Así pues, el genio de la mala leche ha conseguido que, efectivamente, vuelva a sentir algo... pero claro, por alguien que ni tan siquiera sé si está en mi acera y que al parecer se divierte devolviendo ambigüedades más ambiguas que las que yo le lanzo, bien porque no se percata, bien porque le va la marcha y le gusta verme sufrir al tiempo que sentirse alhagada.

Y así me tenéis, dopada con endorfinas y hormonas que me hacen sonreirle al sol por las mañanas, que me recuerdan la propensión que sufro a la acidez de estómago y que me llevan a romperme la cabeza pensando en qué le voy a meter en la cinta que le prometí. Pero tranquilos, estas historias siempre me salen mal y mi mala hostia volverá.

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