martes, junio 27, 2006

 

Placer

Si digo 'placer', casi seguro que el 90% pensaréis en algo relacionado con el sexo. Por lo tanto, si afirmo que últimamente estoy sumida en un inmenso placer, deduciréis que las relaciones sexuales y yo hemos vuelto a reconciliarnos. Pues no, oye, que no sólo de sexo vive la mujer.

Lo que me tiene inmersa en una orgía de gusto es el Mundial, porque al ser cada tanto tiempo, lo disfruto como una enana. Y claro, me vendrán los puristas diciendo que el fútbol es el opio del pueblo y bla bla bla. Pues nada, que sigan ellos aprendiendo palabras bonitas y grandes discursos de boca de los políticos, que yo seré una zopenca, pero prefiero fumarme el porro éste que dura un mes.

Imagino además que en este mundo de corrección política (!?) el colmo de los colmos será reconocer que lo que realmente le emociona a una es ver los partidos de la selección. Venga, animo a los amantes de la libertad a que insulten a los que entramos en esa categoría. Las posibilidades, aunque poco creativas, son múltiples: facha, fascista, españolista de mierda, pepera hija de puta... recordad que cuanto más malsonantes sean los calificativos más se demuestra la modernidad.

Siento no estar tan apegada a lo que hoy día es cool, qué le vamos a hacer, así que esta noche, mientras me bebo un par de Estrellas Galicia -espero que no moleste la profanación de este símbolo gallego-, cantaré los goles de la selección, sin que me importe si los marca un catalán de mierda como Cesc o Xavi, un vasco hijo de puta, como Xabi Alonso, un holgazán andaluz, como Sergio Ramos, o un centralista bastardo, como Torres.

miércoles, junio 21, 2006

 

Existen los días perfectos

Cuando a una se le cuelan a toda hostia las notas del último disco de Camela por el patio de luces y, de repente, una madre con un poco de decencia y sentido del ridículo decide darle al stop en la minicadena de su hijo/a, nos encontramos ante un momento de felicidad. Sí, la felicidad es eso. No existe si no hay sufrimiento previo. Luego, te das cuenta que al no oír ya la música lo que perturba tus pabellones auditivos son los coches y las motos trucadas que pasan por la carretera que hay junto a tu ventana, pero en ese lapso de tiempo que discurre entre que deja de sonar una cacofonía y vuelves a ser consciente de otras es donde reside la alegría de vivir.

Por eso, ahora que ya no tengo que estudiar plazos ridículos ni procesos surrealistas con minuciosidad de relojero chino, soy feliz, aunque sepa que en un par de días tendré que ponerme a estudiar de nuevo. Además, el azar quiso que justo después de mi último suplicio jugasen ciertos niñatos de camiseta roja con los que, por alguna misteriosa razón, me emociono como las abuelas cuando el nieto se toma el petisuí entero.

Asimismo, fue divertido comprobar en qué estado queda una nevera y una casa en general cuando sus dos habitantes principales están sometidas al estrés. Ni comida, ni papel higiénico... nada. Tanto es así, que el lunes, pese a que el acojonamiento y la embriaguez nos poseía a todas en nuestra tasca habitual al ir perdiendo 0-1, tuve un momento de lucidez y robé un rollo de papel para poder subsistir en nuestro hogar hasta el día siguiente sin necesidad de recurrir, como en otras ocasiones, a los ABC acumulados en la papelera del reciclaje. Desde entonces, mi compañera de piso piensa que soy una heroína, claro.

Si a esto añadimos que tras el hurto asistimos a una remontada épica y que en la tasca nos invitaron a licor café para celebrarlo, se entiende pues que a las once y media de la noche, con la euforia, nos diese por sacar un balón de fútbol del maletero y nos pusiésemos a jugar en el campus universitario, poniendo así en peligro nuestras piernas, el mobiliario urbano y la naturaleza en si misma.

En la hora y media que a lo tonto nos pasamos jugando, hubo tiempo para que uno de mis saques de falta impactase contra una farola, con la gracia de que antes había advertido: 'va a la farola' y con el añadido de que se apagase hasta que pasé por su lado. También hubo lugar a revivir una de esas experiencias agobiantes de la infancia: un balón embarcado en la copa de un árbol.

Ver a cuatro tías de entre 25 y 32 años encaramadas a un árbol, agitándolo como una maraca gigante y que se escondían cada vez que pasaba el coche de Prosegur es algo que no tiene precio. Y disfrutar del éxtasis de ver cómo, finalmente, el balón cae pinchado, tiene menos precio aún.

Pero, por supuesto, la cosa no podía acabar ahí. Así, cuando mi compañera de piso y yo volvimos a casa, con la cabeza llena de detrito de árbol, la alegría absoluta volvió a embargarnos al descubrir que aún quedaba en el frigorífico vino de algún día remoto en que nos dio por condimentar el guiso de pollo.

Obviamente, no nos podíamos conformar con beber y ver la repetición del partido de España, así que nos empleamos a fondo con una señal de tráfico que, misteriosamente, apareció en nuestro salón la última noche que toda la tropa salimos de marcha, resultando esto:
En fin, criaturas, que de vez en cuando, y aun sin ser funcionaria, ni rica, ni guapa, ni tener novia, una puede ser absolutamente feliz. Hoy, para seguir la racha, me largo a La Coru a hacer mi primer mojaculos del año y a sacar fotos traidoras a viandantes desprevenidos. Echadme de menos.

lunes, junio 19, 2006

 

'El animal llevaba casco'

Bueno, en proceso de descarga de tensión, nada mejor que volver por los fueros dejando por aquí perlas informativas. La noticia que cuelgo hoy igual ha salido por televisión o radio hasta la saciedad, pero como es algo que ignoro, os la dejo igual por aquí. Eso sí, aclarando que me la pasó mi 'hermano gemelo' Adri, que luego es capaz de decir que me aprovecho de él.

Sobre la información sólo puedo decir que, de acuerdo, los de tráfico les habrán puesto una buena multa a los protagonistas, pero los de las asociaciones de animales deberían darle un premio.

domingo, junio 18, 2006

 

Ya pasó lo peor

Bueno, espero a partir de ahora no seguir dandoos la brasa con mi aburrida vida de opositora. Al menos la fase de test ya ha terminado y como yo soy más de ésas que se enrollan en los exámenes de desarrollo, si finalmente me llega la nota para poder hacerlos, iré mucho más tranquila.

El de hoy, no obstante, ha sido algo espantoso. Ayer asistí, a mís 26 años, a mi primer ataque de ansiedad. Una especie de caballo loco se te mete desde el estómago al corazón, te pisotea la traquea, no puedes respirar y encima te entran unas ganas locas de llorar... pero bueno, nada como una llamada telefónica a mamá y una carrera a pleno sol por la calle para calmarse.

En cualquier caso, no pude repasar mis super esquemas, así que hoy me he visto obligada a tirarme de la moto en unas cuantas preguntas y no lo veo muy claro. Pero qué queréis que os diga, a estas alturas, me da igual. Sólo soy capaz de pensar en que mañana será un día sabático, de deportes, de fotos, de guitarra y de relax. Y como colofón, a la tasca, con nuestras camisetitas y las Estrellas a ver a la selección.

La vida tiene cosas demasiado divertidas como para amargarse por un puto test...

sábado, junio 17, 2006

 
Me tiemblan las piernas. No puedo dormir de un tirón. El estómago se me empieza a cerrar. Sólo soy capaz de hablar de dos cosas. Tengo la mirada perdida... y no, insisto, no estoy enamorada. De hecho, por las mañanas sólo pienso en ducharme lo antes posible para irme a la biblioteca a estudiar y, por las noches, en conciliar cuanto antes el sueño para rendir al día siguiente.

Ni las cervezas, ni las amigas ni el sexo hipotético de la noche son capaces de arrancarme ahora mismo de esta dinámica diabólica en la que llevo inmersa tres semanas. Desde luego, si quieren que alguien deje los vicios, ni terapia psicológica ni puñetas en vinagre: que los pongan a preparar unas oposiciones de las duras que verás tú cómo los dejan todos.

Por suerte, mañana se acaba esto. No resisto más. Ahora en la recta final todo es brutal, pero además, hace dos meses que no leo algo que no provenga de una ley o del temario de la oposición. Por ahí le anda el tiempo sin ver una película. Todo lo más, algún capítulo de House y con cargo de conciencia...

Esto es, a nivel mental, lo más jodido que he hecho en mi vida. Empiezo a entender por qué los jueces dictan algunas de las sentencias que dictan, por qué los funcionarios parece que van a cámara lenta... porque después de un proceso así, creo que ningún cerebro puede volver a su estado originario de agilidad y coherencia.

Decía que mañana termina esto... bueno, mañana termina la primera parte... o eso espero. Porque lo que demuestra a todas luces que esto es de locos es que las buenas noticias serían enterarme dentro de una o dos semanas de que tengo el verano hipotecado porque paso a la siguiente fase y tendré que hacer el segundo examen en septiembre.

Sé que soy una abusadora y una maleducada, pero necesito mimitos para mañana, que los de la semana pasada parece que me sirvieron y casi seguro que he pasado ya a la segunda fase de las oposiciones del Estado... venga, que cuando sea funcionaria seré mucho más borde y altiva y escribiré como os gusta de verdad y no sobre estas mierdas...

jueves, junio 15, 2006

 

No puede ser bueno...

Estudiar no puede ser bueno. En estos momentos, sé hasta cuánto tiempo tiene un diputado gallego para subirse a la tribuna y rebatir a otro que le acaba de llamar maricón, pero el otro día, comentando los ingredientes de lo que me iba a preparar para comer, me referí a "cosa de ésa naranja" para decir zanahoria rallada...

Hale, que os den por el sitio ése por el que se caga... que tengo que comer pasta de ésa con cosas por dentro y luego a estudiar más.

lunes, junio 12, 2006

 

Hay que joderse...

Preparaos para la siguiente hornada de funcionarios del Estado que ingresarán este año... porque de plazos, excepciones y leyes no sabrán mucho, pero seguro que son unas personas que al Trivial os funden vivos. Así pues, cuando les vayáis a preguntar qué plazo tenéis para renovar los datos del paro, no os sabrán contestar, pero oye, seguro que te pueden decir el promedio de años de vida de un ornitorrinco, número de veces que Raúl ha sido titular con la selección o a qué edad perdió la virginidad Zapatero.

Mira que nos habíamos matado todos a estudiar leyes, excepciones, supuestos de modificación y demás, para encontrarnos con un examen en el que unas 15 preguntas -de 99- eran del estilo 'cuál fue el primer parador que se abrió en España' o 'de qué nacionalidad son los principales turistas que vienen a España' o 'cómo se llama el programa de tal departamento para fomentar la implantación de las nuevas tecnologías'... manda huevos.

En fin, que un alto porcentaje de preguntas las hubiera podido contestar de haberme quedado en el bar leyendo el periódico en vez de en la biblioteca estudiando y sacando esquemas. Lamentable. No sé si pasaré a la siguiente fase. Al menos me consuela que el resto de criaturas se queja de lo mismo y, por lo tanto, existe la posibilidad de que la nota de corte no sea muy alta y de que haya posibilidades.

A esto hay que añadir que el examen, que se desarrolló, para los coruñeses, en la Facultad de Informática, contó con menos deserciones de las previstas por la comisión de seleccíón, de tal suerte que estuvimos todos bien juntitos, oliendo nuestros respectivos sobacos, porque además hacía un calor infernal.

Y por su fuera poco, al lado de la facultad habían montado un sarao con juegos por megafonía, canciones de Shakira e incluso cohetes que permitían una concentración de carallo. En fin, que habrá que poner las esperanzas en el examen de Xunta del domingo que viene que al menos no podrán hacer preguntas de ésas de cultura general y será en un sitio más bien aislado... que el señor nos ampare.

viernes, junio 09, 2006

 

Flipa con Flipper

Qué adorables los delfines... y si son de peluche ni te cuento. Qué entrañable cuando tus amigas te regalan uno, ¿verdad? Eso es que te quieren, que se esmeran en tocarte la fibra sensible y demás mariconadas varias.

Pues fijaos qué majas las amigas de mi compi de piso, que le regalaron este Flipper de peluche... lo más gracioso es que no se habían dado cuenta de que llevaba premio en la entrealeta... parece técnicamente imposible que no se percatasen, pero así fue. Y damos fe de que no es comprado en un sex-shop. De hecho, lleva en la etiqueta eso de "No apto para menores de tres años, puede contener piezas pequeñas peligrosas". ¡Pequeñas de carallo!

 

Socorrooooooo

Las venas de mi quijotera laten cada vez con más fuerza, me convierten en un ser desquiciado por cuya sustancia gris se deslizan cada vez a más velocidad cientos de plazos, procedimientos, piezas separadas, autorizaciones, prohibiciones, límites cuantitativos, cualitativos, nombres de cargos...

Son como una jauría de niños a los que han metido sobredosis de Pharmaton en el ColaCao. Corretean, gritan, se pelean, se tiran piedras, se meten los dedos en los ojos, se desollan las rodillas...

Mañana es ya mi querido examen de oposición... bueno, el primero de ellos, a través del cual voy a intentar convertirme en una funcionaria, esto es, en una persona que si tiene que trabajar ocho horas sólo trabaja ocho horas. Sï, mañana hay en juego un pasaporte a un planeta en el que la precariedad no existe.

Dicen que en ese planeta las horas extras te las pagan, nada más entrar te dan de alta en la seguridad social, tienes tu puesto de por vida y si te quedas preñada o te apetece tomarte un año sabático no te despiden. También comentan que existen allí las pagas extraordinarias, los trienios...

¡Ay, Dios mío! ¿Cómo no voy a estar nerviosa después de trabajar tantas horas para ello? Deseadme suerte, cabrones y cabronas.

jueves, junio 08, 2006

 

...y lo que surja

El fin de la Humanidad está cerca. El Apocalipsis se cernirá sobre nosotros como una gitana granaina con su ramita de tomillo de los cojones... Pero no, el número maldito no será el 666 sino, más que probablemente, un 'Envía "Amor" al 5364' o 'Encuentra el amor de tu vida en el 806.xx.xx.xx', entre otras combinaciones.

Si tenéis a bien teclear en Google 'y lo que surja', os aparecerán 50.300 entradas. Esto significa que en 50.300 webs alguien o 'álguienes' buscan el amor, salir de su soledad o, simplemente, echar un polvo, recurriendo a esa fórmula... y estamos hablando nada más que de castellano, porque fijo que en Inglés hay alguna otra fórmula equivalente y en Francés y en Alemán...

¿Tiene futuro un mundo tan asquerosamente antioriginal? Las hipótesis que se me vienen a la cabeza son todas demoledoras. Por un lado, si aún sigue funcionando esa técnica, si hay gente que encuentra pareja con esas palabras mágicas... ¿qué clase de infraseres pueden surgir de esas uniones? Tener esto en cuenta ayuda a comprender, por ejemplo, fenómenos como el tuning, la política, que siga funcionando Gran Hermano u Operación Triunfo... Sociólogos del mundo, tomad nota.

Por otra parte, se me ponen los pelos de punta de pensar que algún día tuviera que buscar a alguien a través de esos anuncios. Definitivamente, o tengo mucha suerte y encuentro una mujer para la reproducción en otro ámbito, o de seguir así las cosas mi estirpe se extinguirá, ya que la líbido se me pone a bajo cero cuando leo semejantes cosas y me da no sé qué de barajar la posibilidad de traer al mundo una criatura que vaya a encontrarse con tal astenia creativa... y con tanto cinismo.

Y digo cinismo porque pondría el cuello a que más de la mitad de los que ponen esos anuncios, lo que buscan de verdad es echar un polvo y, si te he visto, no me acuerdo. Pues hijos míos, ponedlo tal cual, que no es tan difícil. Os doy unas ideas: 'Mi perro me hace compañía, pero alguien para follar no vendría mal', 'Busco conocer a alguien de buen ver para kiki y mira, si lo haces bien nos cambiamos los teléfonos' o como diría mi querido JaviGar 'Lo primero es lo primero... pin pan y luego ya se verá'...

Las posibilidades son infinitas, de lo único que se trata es de que las formulaciones a) sean acordes con lo que realmente buscas
y b)que tengan algo que haga reír, pensar... lo que sea, pero algo más que 'y lo que surja', cojonesya!

Y por cierto, tampoco estaría de más evitar eso de 'no me importa el físico'. Ya, no importa, pero si en vez de ir yo a la cita mando a la prima Anacleta verás tú como sí que te importa. Que sí, que la belleza está en el interior... Nenas y nenes... ¿no os dais cuenta que decir eso es equivalente a 'estoy tan desesperad@ que me follo a cualquier cosa'? Sed un poco selectivos, por amor de Cristo, que así parecéis el buitre del bar que a partir de las cuatro de la mañana le entra a todo Dios.

miércoles, junio 07, 2006

 

Gore Media: Baby Flying

¡Qué bonita es la maternidad! Un ente llorón con la cabeza del tamaño de un melón te deja el receptáculo amoroso hecho cisco y, pese a ello, se convierte en lo que más quieres... cuando menos, se trata de un fenómeno curioso.

Pero claro, el niño come, caga, se despierta por las noches, necesita ropitas... vamos, que cuesta un huevo. ¡Ah! y ahí entonces es cuando el amor maternal se pone a prueba. Que se lo digan a esta madre, una auténtica innovadora en esto de la reivindicación social. ¿Que no te dan ayudas para comprarle los potitos y los dodotis al niño? Pues lo tiramos por la ventana desde un cuarto y sansacabó.

¿Que no nos dan ayudas para cuidar a los viejos? No, no nos limitamos a dejarlos en una gasolinera. Mejor los llevamos a una gasolinera y los quemamos a lo bonzo, que verás tú cómo nos dan ayudas y hasta nos ponen un piso en Torrevieja. Las aplicaciones de esta nueva tendencia son múltiples.

martes, junio 06, 2006

 

Vacaburra hijadeputa

Esto de los estudios que relacionan variables que en principio parece que no tienen nada que ver me encanta. Ahora parece ser que los gordos tienen el origen de su problema en madres severas.

Por tanto, en el cole, si a un gordo le dicen "hijo de puta", si bien es obvio que estaremos ante un niño algo soez, no podremos negarle que, científicamente, tiene la razón al afirmar tal cosa.

La noticia, aquí.

lunes, junio 05, 2006

 

Mi primera censura


Siempre hay una primera vez... para todo. El primer eructo, la primera comunión, el primer día de cole, de universidad, el primer polvo, la primera cana... Ya está bucólica y pastoril la niña otra vez, pensaréis.

Pues no, es que me he estrenado en otra cosa: la censura. Y es que, como ya sabéis, el sábado pasado inauguré mi segunda exposición de fotos en cierto bar compostelano. Como soy de ésas a las que se conocen en casa a la hora de comer, a parte de no cobrar por ello, tuve que encargarme de hacer las fotos, de revelarlas, de montarlas y de colocarlas en el garito... con ayuda de muchas personas, todo sea dicho, a las cuales le agradezco su tiempo y paciencia.

Así pues, cuando el sábado por la tarde terminé de colocar las fotos, me fui con los amigos de cena celebración para volver luego a inaugurar oficialmente sobre las doce y media de la noche. Y cuál es mi sorpresa que noto cierto hueco en la pared... La foto que faltaba es la que tenéis aquí.

Perpleja me hallaba, claro. No se ven unas tetas, ni un culo ni una polla enhiesta y/o eyaculante. Se ve una bandera de España! La exposición se llamaba 'Adaptaci.ON' y consistía, básicamente, en coger iconos visuales del arte o de la sociedad para adaptarlos. En el caso de la imagen censuraba, el punto de partida era la portada del 'Born on the USA' de Springsteen, de manera que adaptaba los colores de la bandera en sí y el hecho de que en vez de un tío es una tía quien está delante de ella.

La historia de esa portada es que suscitó polémica tanto entre quienes 'aman' banderas como entre quienes son partidarios de quemarlas, porque unos decían que se estaba cascando una paja delante de ella y que significaba que al Boss le ponían cachondo las barras y las estrellas y otros estaban la mar de cabreados, porque decían que en realidad se estaba meando en ella y fíjate tú qué atrevimiento.

La gracia de la imagen, por tanto, era jugar con esa ambigüedad, que adquiría más sentido aún teniendo en cuenta que el resto de fotos tenían un contenido relacionado con los avances operados por la sociedad en cuanto a derechos de los homosexuales, ya que antes había situado un bodegón llamado 'Peras, manzanas y Botella' y justo después una adaptación del 'Matrimonio Arnolfini' formado por dos chicas. La de la bandera estaba enmedio porque España, con todos sus defectos, fue el primer país del mundo que aprobó el matrimonio homosexual como matrimonio en si, no como figura jurídica sucedánea.

En fin, ante todo me sentí perpleja, por un lado decepcionada y por otro orgullosa de haber sufrido mi primera censura sin mostrar pornografía en la segunda exposición que monto en mi vida. No obstante, el dueño del bar vino a disculparse por haberla quitado y me dio explicaciones que llegué a entender, pese a que resulten lamentables. Porque es lamentable que gente que va de moderna y que tanto se queja de la opresión y el fascismo de otros, sea la primera en ejercerlo cuando algo no le gusta.

Y no lo digo por el dueño del bar, sino por el público que en ocasiones acude al antro, del cual temía su reacción, no sólo contra esa imagen, sino ya extensiva al resto de fotografías.

Tiempo atrás he sufrido censura como periodista... bueno, más bien, llamadas en las que se me hacían sugerencias profesionales con cierto tono inquisitivo. Esas 'sugerencias' venían tanto de la izquierda como de la derecha, siempre con elemento común de que en ambos casos eran ellos los que gobernaban.

Teniendo en cuenta que en la exposición me tomé la licencia de convertir a Cristo en mujer y a la Virgen en hombre imaginé que, en el caso de haber polémica, sería por ello. Pero en fin, ya véis, los caminos del Señor son inescrutables y, donde menos te lo esperas, salta la liebre.

viernes, junio 02, 2006

 

Retretes



Qué risa, ¿verdad? Uy, el retrete, el wáter, el excusado, el servicio, el baño, el urinario... Los retretes son como los genitales, a la gente le sigue dando pudor hablar de ellos y por eso hay miles y miles de formas eufemísticas de nombrarlos. Supongo que no será casualidad que tanto en el cagar y mear como en el follar intervengan los mismos órganos aunque, para evitar que ningún tiquismiquis estudioso de la anatomía me venga a corregir, es suficiente si digo que tanto en el cagar como en el follar hay que bajarse las bragas... salvo que formemos parte de una performance escatológica, claro.

Pero los paralelismos entre nuestras funciones evacuatorias y copulatorias no terminan ahí. Salvo que sufráis alguna filia, imagino que a nadie le hace gracia que otras personas sean testigos visuales, sonoros u olfativos de sus polvos o de sus visitas al Señor Roca.

El problema es que -probablemente debido a la cultura New Age, entre otras- con el tiempo esto del follar se empezó a ver como algo natural y estupendo. Tanto, que ahora no hay anuncio en el que no salgan unas buenas domingas o un macizorro enseñando pectorales. Da igual que te vendan espárragos -véase carretilla- o unas pastillas para la tos -véase la pedazo de fulana que salía en los anuncios de Golía-. El sexo es bueno y, por tanto, hay que enseñar cacha a toda costa.

Y claro, por la vinculación de órganos a la que me refería al principio -no veo otra explicación lógica- esa 'naturalidad' con la que se muestra el sexo -aunque sea a cámara lenta y ambos corriéndose a la vez- se ha traspasado, verbigracia, a la defecación y la orina.

Así, no hay película española -siempre tan 'próximas' ellas- en la que no salga alguien meando o cagando. Que oye, ya tuvimos destape del otro y toca también éste. Incluso Kubrick nos enseñó a la Kidman haciendo un pis en 'Eyes wide shut'. Fíjate tú, Kubrick.

Si esta 'naturalidad' ha llegado pues al cine, ¿a qué otro ámbito 'artístico' podría hacerlo? Pensad un poco... vale, minipunto para el que lo haya acertado: a la arquitectura. ¿Y qué pasa ahora? Pues que en cualquier construcción hay que demostrar también esa modernidad.

Así, nos encontramos con que en algo tan mundano como una biblioteca, la Concepción Arenal de Santiago, para más señas, los retretes son... modernos. Y como son modernos, los wáteres, en vez de estar separados por un muro, como toda la vida de Dios, lo están por una tabla de ésas de marquetería que bien podrían servir, llegado el caso, para liarse un porro.

De igual forma, para mostrarnos espacios 'abiertos', imagino, las tablas de marquetería no van del suelo al techo, sino que te llegan a la altura de las rodillas por abajo y a la vez te permiten tocarle la coronilla -incluso si mides 160 centímetros como yo- a la que está meando al lado.

Y sí, todos somos modernos hasta que nos toca experimentar en nuestras carnes lo que es la modernidad y estar a la última. De lo contrario no me explico por qué cada vez que estoy yo meando -o intentándolo- en esos retretes de mierda, la que entra al lado empieza a darle compulsivamente al agua o enciende el secador de manos antes de entrar a hacer ella lo propio.

Conste que a aunque yo no llego a esos extremos, porque soy más moderna aún y no me gusta gastar agua ni energía innecesariamente, pero cuando veo esos baños con alguien dentro, directamente, me aguanto las ganas de mear hasta mejor momento. Y bueno, si lo que aprietan ya son las aguas mayores, directamente me voy a Derecho donde, egoísta de mí, puedo defecar sin que la que esté al lado sepa si lo hago en forma líquida, sólida, gaseosa o si la noche anterior comí fabada.

Llamadme carca, pero oye, mis zurullos sólo los quiero ver y oler yo, igual que mis polvos.

jueves, junio 01, 2006

 

El mes de las fotos


Habitualmente, mayo siempre ha sido para mí un mes de mierda en el que se acumulaban, de forma directa o indirecta, cientos de desgracias. Si no era la muerte de algún familiar, era algún bulto sospechoso en mis minipechos...

El caso es que de este mayo no tengo tanta queja. Tengo salud, me he reconciliado con ciertas personas, afianzo lazos con los amigos y, además, las actividades 'artísticas' no van del todo mal. Así, aunque he acabado hasta el gorro de hacer fotos para la exposición del sábado, días después de terminar el trabajo y volviendo a ver el resultado no estoy del todo insatisfecha y hasta llego a confiar en que se guardarán los tomates para hacerse unas ensaladitas en vez de para tirármelos a la cara.

También volví a participar en el Photoles, un certamen fotográfico para invertidas -sí, las que andamos con las manos en vez de con los pies- en el que de nuevo me seleccionaron una imagen, que es la que tenéis arriba y que pululará por media España junto a otras.

Además, llevo todo el año estudiando como una cabrona y, aunque sé que podría haber hecho más, porque la vena vaga a veces me puede, confío en sacar al menos una interinidad que me permita salir por fin del asqueroso mundo del periodismo y, en consecuencia, tener fines de semana libres, tiempo para echar la siesta, hacer un curso de fotografía, sacarme el carné de conducir y llevar a los amigos a fiestas gastronómicas de mi querida Galicia, volver a visitar San Sebastián, conocer Europa...

Es inevitable pues, a estas alturas, hacer un balance de lo que está siendo 2006... un año que comenzó siendo una absoluta mierda, con una puñalada gitana en la parte izquierda del pecho, ya sabéis a qué altura. Una puñalada que aún me da noches toledanas, pero que con la buena de obligarme a buscar 'distracciones', me ha servido para estar más activa que nunca, para ser de nuevo consciente de que la gente que me quiere va a estar siempre ahí -porque si no me han dado ya la patada en el culo no lo van a hacer nunca-, para hacerme más autosuficiente...

Por eso y por muchas cosas más que probablemente no os interesan -y saliéndome de mi línea hija-de-la-gran-puta-amargada- doy las gracias a quienes saben que tienen que recibirlas y a quienes, sin saberlo y con pequeños detalles, han echado pequeños pesos en mi balanza emocional para reequilibrarla.

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