sábado, diciembre 31, 2005

 

Horas basura

Son las últimas y repugnantes horas del 2005. No he sido capaz de cumplir mi autopromesa asocial porque por suerte o desgracia tengo amigos que me impiden hundirme en el fango como una cerda que soy. Por lo tanto, esta noche he aceptado cenar con una ex mía que es como mi hermana y una ex compañera de piso que siempre se echa novios guiris y que, además, dormirá en mi casa.

Ya me he duchado y me he puesto un tanga rojo que me queda horrible porque me sodomiza, bella metáfora, hete aquí, de lo que ha sido 2005 para mí. Para llevar la contraria -que en algo hay que mantenerse fiel a una misma- saldré de juerga con un vaquero zarrapastroso que tiene más agujeros que un colador y con alguna camiseta sin planchar que engancharé del armario cuando mi ex compañera de piso termine de acicalarse.

No tengo nada de hambre y menos aún me apetece comer marisco, porque luego las manos apestan como si hubieras estado hurgando en vaginas de prostitutas poco dadas a la higiene y, claro, salir de fiesta con esa pestucia reduce las ya de por sí escasas posibilidades de iniciar el año como a todos nos gustaría: follando.

En fin, confiaré en que la ingesta de alcohol por parte de las personas que me cruce a lo largo de la noche sea tan excesiva como para que no se percaten de mi hedor digital y en que, por una vez, el año comience en condiciones, porque la pasada Nochevieja, antes de la cena, me entró un virus de esos gástricos que me dejó sentada... en el water y durante tres días.

Hale, que os den 12 uvas por el culo.

 

Mi primer vómito

Mi estómago está jodido. Últimamente vomito demasiado, por la boca, entiéndase. Ello implica que los fluidos estomacales atraviesan mi aparato digestivo en sentido inverso. Vamos, que es como si te dan por el culo, pero por la barriga.

A la vista de que ello me causa un mal aliento espantoso que no se quita ni con los caramelos esos Smint, he pensado que quizá sea más sano, al menos fisiológicamente hablando, regurgitar unas cuantas letras cuando me dé el apretón.

Al fin y al cabo, por mucho que estemos a punto de empezar un año nuevo y se suponga que tenemos que ser optimistas, no veo ningún elemento lógico que le de credibilidad a ese planteamiento. Una vez más, tendremos numerosas catástrofes naturales y fulanos que se inmolan en países remotos o, por qué no, en Occidente. Tendremos nuevos famosos de mierda follatabiques, nuevos escándalos políticos relegados a las páginas de economía para que no los leamos y/o entendamos... y por supuesto, nos seguirán explotando en el curro, nos pondrán los cuernos o nos chotearán, salvo que por alguna mutación extraña -que todo es posible viniendo de cerca de Palomares- en vez de descreidos nos volvamos hijosdelagrandísimaputa y, por tanto, nos comiencen a ir bien las cosas.

Pues eso, que como probablemente este año habrá muchas nuevas razones por las que seguir vomitando, me he creado este rincón, lo que en el fondo es una muestra de civismo, ya que en la medida en que recicle en este lugar mis resiudos alimenticios, se evitará un grave perjuicio para el dominio público.

Lo dicho: INFELIZ 2006 -los fumadores os jodéis-

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