sábado, julio 08, 2006

 

Juegos: Enredos

Hoy me ha salido la vena melancólica. Ayer me preguntaron si no se me estaría adelantando la crisis de los 30. Respondí taxativamente que no, pero igual es cierto. Al fin y al cabo, uno de los elementos caracterizadores de nuestros días es alterar las etapas vitales y sacarlas fuera de su ciclo presuntamente natural. Así, la gente folla a los 11 ó 12 años, pero no se va de casa hasta los 30, por ejemplo.

Da igual. Crisis de los 30 ó no, hoy se me ha venido a la cabeza el que era uno de mis juegos favoritos de la infancia, el 'Enredos', que ahora, que todos somos unos modernos, se llama 'Twister' porque la lengua castellana es fea y tosca.

Recuerdo que se me caía la babilla cuando extendíamos esa especie de ule con grosor de papel de fumar en cualquier casa. El objetivo era seguir las órdenes de una ruleta diabólica que nos indicaba qué extremidad de nuestro cuerpo debíamos situar en cada uno de sus almodovarianos lunares.
Por entonces, la mayoría de nosotros solíamos tener las piernas desolladas de estrellarnos con la bicicleta o de jugar al fútbol en cualquier descampado, lo cual, unido a lo poco atractiva que nos resultaba la ducha, hacía mucho más interesante el juego.

No hay que olvidar tampoco que en toda infancia que se preste siempre existe el típico amigo que, pese a haber probado todo tipo de plantillas devorolor, poseía un hedor a pies que lo convertía en poco menos que un marginal. Pero aun así, éramos buenos y, sobretodo, nos encantaba el riesgo que implicaba jugar al 'Enredos' con él.

Lo mismo ocurría con el que era gordo. El azar te podía llevar a que situase sus carnes sobre ti y que su escasa resistencia concluyese en un mítico aplastamiento de tu cuerpecillo. Te entraba pánico y arcadas sólo de pensarlo, pero por eso era divertido jugar.

Imagino que ahora mismo ese juego se habrá convertido en una vulgar excusa para restregarse unos con otros, una especie de pre-kamasutra, vamos. Por suerte o por desgracia, yo lo recuerdo con esa visión escatológica y me encanta. Si alguien no sabe qué regalarme en mi cumpleaños, aquí tiene una idea...

Regurgitaciones:
Cierto.Yo lo tube de canijo y eran las risas. Lo que pasa es que por aquel entonces yo ya lo usaba con las esyupida escusa de frotarme con la incauta que callese en mis garras(pocas, muy pocas para que negarlo, es la historia de mi vida :P)
Saludines
 
Yo recuerdo este juego porque gracias a él tengo una cicatriz en la barbilla en la que no me crece barba... :(
 
anoche segui tus sabias eperiencias y acabe la noche en el Maycar con mis dos amigos (una pareja) y ya no recdaba que aquello fuese tan tan tan... "asin"
A mi amiga los viejos le echaban una miradas que si embarazasen, ya tenia trillizos....que cosas oiga!
 
Pues no recuerdo, porque me quede en la puerca (puerta) y no profundice en sus "instalaciones", de todas formas ya fue suficiente, porque no se que trapicheos habia en los baños, que por aquellas puertas no ahcia mas que entrar gente y gente (¿era tal la necesidad????)
Saludines
 
Excellent, love it!
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