miércoles, junio 21, 2006

 

Existen los días perfectos

Cuando a una se le cuelan a toda hostia las notas del último disco de Camela por el patio de luces y, de repente, una madre con un poco de decencia y sentido del ridículo decide darle al stop en la minicadena de su hijo/a, nos encontramos ante un momento de felicidad. Sí, la felicidad es eso. No existe si no hay sufrimiento previo. Luego, te das cuenta que al no oír ya la música lo que perturba tus pabellones auditivos son los coches y las motos trucadas que pasan por la carretera que hay junto a tu ventana, pero en ese lapso de tiempo que discurre entre que deja de sonar una cacofonía y vuelves a ser consciente de otras es donde reside la alegría de vivir.

Por eso, ahora que ya no tengo que estudiar plazos ridículos ni procesos surrealistas con minuciosidad de relojero chino, soy feliz, aunque sepa que en un par de días tendré que ponerme a estudiar de nuevo. Además, el azar quiso que justo después de mi último suplicio jugasen ciertos niñatos de camiseta roja con los que, por alguna misteriosa razón, me emociono como las abuelas cuando el nieto se toma el petisuí entero.

Asimismo, fue divertido comprobar en qué estado queda una nevera y una casa en general cuando sus dos habitantes principales están sometidas al estrés. Ni comida, ni papel higiénico... nada. Tanto es así, que el lunes, pese a que el acojonamiento y la embriaguez nos poseía a todas en nuestra tasca habitual al ir perdiendo 0-1, tuve un momento de lucidez y robé un rollo de papel para poder subsistir en nuestro hogar hasta el día siguiente sin necesidad de recurrir, como en otras ocasiones, a los ABC acumulados en la papelera del reciclaje. Desde entonces, mi compañera de piso piensa que soy una heroína, claro.

Si a esto añadimos que tras el hurto asistimos a una remontada épica y que en la tasca nos invitaron a licor café para celebrarlo, se entiende pues que a las once y media de la noche, con la euforia, nos diese por sacar un balón de fútbol del maletero y nos pusiésemos a jugar en el campus universitario, poniendo así en peligro nuestras piernas, el mobiliario urbano y la naturaleza en si misma.

En la hora y media que a lo tonto nos pasamos jugando, hubo tiempo para que uno de mis saques de falta impactase contra una farola, con la gracia de que antes había advertido: 'va a la farola' y con el añadido de que se apagase hasta que pasé por su lado. También hubo lugar a revivir una de esas experiencias agobiantes de la infancia: un balón embarcado en la copa de un árbol.

Ver a cuatro tías de entre 25 y 32 años encaramadas a un árbol, agitándolo como una maraca gigante y que se escondían cada vez que pasaba el coche de Prosegur es algo que no tiene precio. Y disfrutar del éxtasis de ver cómo, finalmente, el balón cae pinchado, tiene menos precio aún.

Pero, por supuesto, la cosa no podía acabar ahí. Así, cuando mi compañera de piso y yo volvimos a casa, con la cabeza llena de detrito de árbol, la alegría absoluta volvió a embargarnos al descubrir que aún quedaba en el frigorífico vino de algún día remoto en que nos dio por condimentar el guiso de pollo.

Obviamente, no nos podíamos conformar con beber y ver la repetición del partido de España, así que nos empleamos a fondo con una señal de tráfico que, misteriosamente, apareció en nuestro salón la última noche que toda la tropa salimos de marcha, resultando esto:
En fin, criaturas, que de vez en cuando, y aun sin ser funcionaria, ni rica, ni guapa, ni tener novia, una puede ser absolutamente feliz. Hoy, para seguir la racha, me largo a La Coru a hacer mi primer mojaculos del año y a sacar fotos traidoras a viandantes desprevenidos. Echadme de menos.

Regurgitaciones:
Pues según el grado de embriaguez que expones, la señal quedó bastante favorecida al final.
 
Ey yo quiero ver a esas piradas de 25 a 32 años encaramadas a la copa de un árbol!

P.D: Alguna está buena?? XD

P.D2: Cuándo era que montábamos el equipo de futbito LL?
 
Jaja Iak, no pierdes oportunidad xD
 
¿Por qué no estuve ahí? Coño, pa otra avísame de que vais a hacer desperfectos y drogaros, que ya sabes que me apunto.
Brutallll, darling.
Besitos encorchetaos [mua] [mua]

(en nada voy a la biblio de la facul, tía. Qué nervossss, vuelvo a tener quince años)
 
Lo de Camela, es que se debe clavar en el alma.


Muy fuerte, tú.

Muy fuerte.



Un atento y cordial saludo
 
Hola manita futbolera!!! estoy vivo !!! :P

Un besote.
 
Excellent, love it! » »
 
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