domingo, enero 15, 2006

 

Iconoplastas (II): El Quijote


Para todos los que hicimos el COU, la mera mención de este libro nos pone los pelos como escarpias. Sí, muchos de nosotros pertenecemos a esa generación previa a eso que llaman ESO y tuvimos que leerlo entero. Y por aquellos entonces el Internet sólo lo tenían los ricos, así que si querías encontrar un buen resumen necesitabas unos contactos sociales que ni la mafia, oiga.

Vale, lo reconozco. Era una chapona y me lo leí y, sinceramente, me gustó. Recuerdo que tenía puntos con muy mala leche y, aunque me obligó a usar el diccionario más que en cualquier otra etapa vital, hasta disfruté con algunos pasajes. Pero, por definición, todo lo que es impuesto, y más aún a un adolescente, toca las narices y no fueron pocas las veces que fantasee con hacer tragar la voluminosa edición a mi profesora de literatura.

Con la madurez o, mejor dicho, con los amagos de ella, tuve intención de volver a leerlo. Pero entonces llegó 2005. Y como las autoridades manchegas estaban hartas de vender queso y navajas de Albacete, dijeron: vamos a vender la moto. Y así se pasaron un año entero hablando del Quijote, de Cervantes y de la madre que los parió. Ya fuera en El País, en el Metro, en la Diez Minutos o, sospecho, hasta en la Interviú, todos los medios se pusieron de acuerdo para hacer sentir una piltrafilla a todo aquel que no hubiese leído el libro.

En toda tertulia, televisiva o radiofónica, proliferaron como la sarna los intelectuales tipo programa de Sánchez Dragó elogiando los bueno que era el libro e insistiendo incluso en que si lo leías tres veces seguidas se te quitaban los juanetes y mejoraba tu vida sexual.

Sí señores, y así pasó un año. Con los escaparates llenos de todas las ediciones posibles. En castellano, en catalán, en gallego, en braille, en versión extendida, en doble DVD y con los comentarios del director...

Como comprenderéis, decidí dejar para mejor momento la relectura del clásico.

Regurgitaciones:
Y ése concurso radiofónico en el que tienes que "adivinar" el significado real de las vetustas expresiones cervantinas??
Si te mejora la vida sexual, me pongo ahora mismo a ello, pero eso se avisaaaa!!!
 
pos no creas diaña, yo vi un maravilloso reportaje sobre las escenas más eróticas del Quijote! No, si las perversiones sexuales no tienen límites...
 
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