HostiaputaYA!

Antes de contar con pelos, señales y alguna que otra imagen, los sucesos acaecidos durante la última salida nocturna por Vigo, creo que hoy es el día para hablar de nuevo del ralitivismo cultural. No me extenderé. Sólo diré que, como siempre, el tema me da la risa. La prueba del porqué la tenéis aquí. Eso sí, creo que jamás en la vida me compraré un gato saudí... qué de pelos, no?

Cuando una está acostumbrada a hacer noticias como churros, y le toca ser parte colateral de ellas, sin comerlo ni beberlo, se siente más o menos como cuando Alicia cruza el espejo y no termina de entender qué pasa ahí dentro.

Eso pasó la madrugada del sábado pasado cuando, al salir de uno de los bares que forman la ruta natural que sigo cada fin de semana, me encontré con dos furgonetas de la Policía Nacional en la puerta. Tres gañanes mal follados no tenían nada mejor que hacer que meterse en un bar de ambiente a insultar al personal, empujarlo y agredirlo.

Al marido de la dueña del bar le dieron con un vaso en la cabeza y, cuando cayó al suelo, lo cosieron a patadas dejándolo de tal guisa que se lo tuvo que llevar el 061. También recibió leña la propia dueña y tres personas más que intentaron mediar para evitar que se cargasen al chico.

Al final, a los tres valientes, que tenían entre 18 y 23 años, se los llevaron en los furgones policiales y el juicio de faltas se desarrolló ayer por la mañana, donde haciendo gala de su coraje fueron acompañados por sus papis, que demostrando que la genética es un factor demasiado poderoso, también le dieron candela a varios compañeros periodistas porque intentaban entrar en el juicio, que por cierto era público.

Las imágenes del juicio están aquí y dejan bien a las claras que estos desgraciados, en cuando tengan otra ocasión de impunidad, volverán a hacer de las suyas. Puede que la próxima vez no entren a un bar de maricas para hacer gala de sus traumas porque les salió mal la cosa. Quizá le toque a un grupo de Erasmus o a una pareja de argentinos. O puede que para conseguir otros cinco minutos de gloria les dé por pegar fuego a un monte, porque sólo con el disparate es como estos mediocres son capaces de hacerse notar. Pero bueno, entretanto, queda mucho más bonito decir que los pobrecillos son muy jóvenes y que esa noche, simplemente, habían bebido de más... claro, como siempre, los agresores son víctimas de la sociedad.

Los genes nos condicionan. Algunos ilusos siguen diciendo que lo fundamental es la educación, pero en este país se ha evolucionado mucho en los últimos 30 años y la Interviú sigue siendo una de las revistas más vendidas pese a que ahora el analfabetismo está prácticamente erradicado.

Que gran parte de los hombres que nos cruzamos cada día se hagan pajas con Belén Esteban en top-less mientras cabalga una Harley o con Nuria Bermúdez embutida en un tanga de leopardo es inmoral, no porque lleven las tetas al aire, sino porque lo que dejan al aire es que un concepto como la estética es terriblemente subjetivo.

Por mucho que los griegos se esmerasen con sus cánones y curvas praxitelianas e incluso a pesar de que los modistos amanerados se empeñen en vender la moto de que las buenorras son tipas de 1,80 con el cuerpo de tu prima de ocho años, al final seguimos en las cavernas y lo que a la hora de la verdad tira son las ubres desproporcionadas.

En cualquier caso, que esa diferente percepción se manifieste en los hombres me parece comprensible. Imagino que le hecho de llevar las gónadas al aire es condicionante suficiente para ver el mundo desde otra óptica, tanto en sentido literal como figurado.

Lo turbador, sin embargo, ocurre cuando esas diferencias de percepción tan palpables se dan en tu mismo sexo. La cosa comienza a manifestarse a eso de los 12 ó 13 años, cuando algunas tías empiezan a pintarse como puertas mientras tú te peleas con tu madre porque lo que te apetece es ir todos los días al cole en chándal.

Cuando esas niñas crecen -y tú también- te das cuenta de que a los 25 años ellas parece que tienen 40 y tú, bueno, has empezado a comprar ropa de Zara que te marca un poquito, pero ya. El tiempo sigue pasando y esas diferentes percepciones se hacen aún más evidentes, especialmente cuando algunas de esas niñas tienen capacidad económica para recurrir a la cirugía estética.

Los escritores clásicos dicen que la muerte nos iguala a todos, a ricos y a pobres, a guapos y feos... pero para estas señoras no hace falta llegar a la muerte para alcanzar esa igualación. Prueba de ello son los turbadores parecidos que comienzan a manifestarse en determinadas cincuentonas con algún amigo en Corporación Dermoestética. No deja de ser curioso que uno de los paradigmas del Gobierno paritario, Cristina Narbona, haya alcanzado un terrible parecido con Carmen de Mairena. A este paso, las cuotas que tanto preconiza se volverán contra ella y la echarán del Gobierno por plantear dudas sobre si realmente con una mujer como ella se cumple ese requisito tan moderno.

Otro ejemplo de estas divergencias sobre lo que se considera bello o no, así como de la igualación a la que nos llevan, irrevocablemente, el botox, los liftings y las rinoplastias, se encuentra en las páginas del corazón. Así, el otro día, en el gimnasio, tenía serias dificultades para diferenciar a entrevistadora y entrevistada, cuando ambas eran Lydia Lozano y Mayte Zaldívar, respectivamente. La cabellera rubia pollo, los labios al borde de la explosión y resaltados con pintalabios rosa furcia convirtieron mi estancia en la máquina de cuádriceps en un hecho casi paranormal al sentirme dentro de una de esas atracciones de espejos laberínticos. Respetaría la belleza de estas mujeres en el caso que la Naturaleza fuese la causante de su aspecto, pero es que lo grave es que estas señoras están así porque han pagado para someterse a operaciones quirúrgicas que requieren anestesia general. Definitivamente, determinadas estéticas son fruto de un grave problema mental.

Parece que Galicia ha dejado de quemarse. Ahora tocan los dimes y diretes que los politicuchos nos venían presagiando en el momento mismo de la catástrofe. El resultado de estos días durará bastantes años. A lo mejor me muero antes de poder ver determinados lugares tal como eran hace 20 días. Eso me acojona, pero da igual.

Estos días de crisis nos han deparado bastantes imágenes y, además, los avances de la tecnología han permitido que muchos nos convirtiésemos en reporteros improvisados de periódicos de tirada nacional. Creo que es algo sin precedentes. En cualquier caso, de entre el maremagnum de fotos vistas en las dos últimas semanas, lo más probable es que a la gran mayoría le quede en la memoria ésta del chico rescatando a la señoriña.

Digamos que ésta es la visión épica de lo ocurrido, lo mismo que cuando el Prestige se ponían los pelos de punta de ver a los marineros sacando el chapapote con sus manos. Pero claro, también hay otras imágenes que quedan para la posteridad y que no tienen ese halo místico, a lo sumo, rezuman caspa por los cuatro costados.
Un ejemplo de esa imagen grotesca es esta escena campestre del candidato del PP a la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, empleándose a fondo en apagar un fuego en algún monte de Pontevedra. Cuando alguien me vuelva a pedir que le defina el concepto 'vergüenza ajena' no tendré más que recurrir a esta foto para que lo comprenda sin el más mínimo resquicio de duda.

En cualquier caso, le agradezco a este señor que en estos días de desastre fuese capaz de sacarme unas cuantas carcajadas. De aquí a nada me lo veo en el Charming Caspa.

Alguien me ha regalado una camiseta bonita que hoy he lucido con orgullo ante las fauces de Rajoy. Al meterle la grabadora me he situado estratégicamente a sus espaldas para que no me la llene de esputos microscópicos, tan habituales de su dicción. Con estas cosas a quién le importa quitar la banderita del PP ^_^

¿Cómo reorientar de una forma productiva a tanto hijo de puta suelto? ¿Cómo extraer utilidades positivas de sus quehaceres diarios? La solución la tiene Turbo Silik, que pretende aportar nuevas ideas, superadoras del obsoleto objetivo de meter a esa gentuza en la cárcel para reorientar las penas hacia la reinserción.

Mis propuestas, además, se basan en el artículo 25 de la Constitución, luego considero que estoy dentro de la legalidad y, por tanto, defenderé estas ideas con un soporte jurídico que ya quisieran muchos. Reproduzco el artículo en su punto segundo: "Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y la reinserción social y no podrán consistir en trabajos forzados. El condenado a pena de prisión que estuviere cumpliendo la misma gozará de los derechos fundamentales de este Capítulo a excepción de los que se vean expresamente limitados por el contenido del fallo condenatorio, el sentido de la pena y la ley penitenciaria. En todo caso, tendrá derecho a un trabajo remunerado y a los beneficios correspondientes de la Seguridad Social, así como al acceso a la cultura y al desarrollo integral de su personalidad"

Como soy muy moderna, ya digo, me opongo a toda pena de cárcel, que a mí no me gusta privar a nadie de su libertad. Lo que me gusta es que cada cual sea como es, esto es, que desarrolle de forma íntegra su personalidad. ¿A qué personalidades quiero darles ese privilegio?

Bien, por un lado tenemos a los islamistas éstos que querían volar aviones en pleno vuelo con explosivo líquido escondido en cocacolas. Por otro, tenemos a los incendiarios de Galicia, que llevan ya una semana echando mistos al monte porque les encanta el fuego.

De esos dos actores surge mi primera idea. Cuando hayamos detenido a suficientes incendiarios, llenamos varios aviones con ellos y luego les metemos como acompañantes a estos guerrilleros santos para permitirles que lleven a cabo su plan. Así, conseguimos que los susodichos guerrilleros desarrollen su personalidad suicida y asesina, a la vez que los incendiarios se marchan de este mundo de una forma acorde a su obra vital, rodeaditos de fuego, oiga.

Pero hay más sujetos que pueden combinar sus actuaciones en favor de un mundo mejor. Así, tenemos a los terroristas de Hezbolá, a los soldados del Ejército israelí y a los especuladores de los pueblos costeros españoles que cada día sodomizan la legislación vigente.

Como los terroristas éstos, por mucho que digan que adoran a Alá, al final siempre terminan sucumbiendo al gusto por los lujos y el placer, se les regala a todos ellos casilicios y hoteles construidos al borde de la costa. A los especuladores, por su parte, se les saca de la cárcel de Alhaurín y se les dice que vuelvan a sus casitas, venga, que somos buenos. Y finalmente, se llama a los israelíes, expertos en bombardear edificios civiles y se les dan las coordenadas adecuadas. Así, de paso, conseguiremos por fin que se derriben las casas construidas fuera de la legalidad, que parece que al Gobierno le da pereza hacerlo por sí mismo.

Y si me apuráis, se pueden encontrar elementos de mestizaje, de unión de mundos, ya que en la medida en que a los guerrilleros de Alá también les gusta estrellarse contra bienes inmuebles, sea en aviones o a cuerpo gentil, cabe la posibilidad de redirigirlos igualmente hacia esas construcciones aberrantes. ¡Mirad cuántas cosas en común tienen el mundo árabe e Israel! Qué majos, ambos destruyendo edificios codo con codo, colaborando, como buenos hermanos...

Aunque esté sumida en endorfinas y demás opiaceos cerebrales que me convierten en una bragazas, la mala hostia me lleva brotando en los últimos días por el tema de los incendios. Toda Galicia lleva ardiendo desde el viernes y la mayoría de los fuegos son provocados.

Esto significa, a parte de que nos quedamos sin medio ambiente, que estamos rodeados de bastardos silenciosos. Nos los cruzamos cuando compramos el pan, cuando montamos en el bus o cuando pedimos una tapa en el bar... están ahí, con nosotros, y parecen normales.

Me muero del asco. Y les deseo la muerte más irónica y dolorosa a quienes aprietan el mechero en algún lugar inaccesible para que no puedan llegar los medios terrestres a sofocar el fuego. También a quienes pagan a los que lo encendieron para comprar la madera quemada a precio de risa. No menos mal les deseo a los cobardes que saben pero callan porque de su silencio depende el extra de sueldo con el que comprarse el segundo coche o un apartamento de verano en Sanxenxo.

Al final Fraga tenía razón: "si os fillos de puta voasen, tapaban o sol"... éstos no vuelan, pero lo tapan igualmente con el humo.

¿Notáis alguna diferencia entre ambas imágenes? Para los asiduos a este rincón, os sonará que en ambos casos se trata de la hostiaputicueva. Pues bien, Dios me ha castigado de una forma irónica, porque bueno, cruel del todo no es. ¡Fustígame así, hummm! le digo cada noche...

Bien, pues como habéis visto en las imágenes, se acabaron las miradas de asombro de las visitas al entrar a mi cuarto. Se acabó mi chollo de tocar los cojones a los modernillos haciéndome pasar por una bollera pepera convencida. ¿La razón? Pues que soy una bragazas. Que tanto cagarme en todo y alguien tenía un dodotis a mano para reconvertirme en ser cívico que se puede presentar a los amigos...

La chica del dodotis a mano, que ya había conseguido con sus chantajes carnales que eliminase de mi mobiliario una bandera de España tamaño sábana, va a más. Ahora me ha sugerido que haga lo propio con mi querida bandera del PP, con lo que a mí me gustan las gaviotas, snif. Y yo accedo, claro... no sin gruñidos, pero accedo.

Siento estar decepcionandoos, amigas y amigos míos, pero es lo que hay. El amor todo lo puede o, como dice la versión castiza, tiran más dos tetas que dos carretas. Eso sí, pequeña, a partir del 19 de agosto te garantizo que un partido de la selección en el bar te tragas conmigo ... y con mi bandera de España... faltaría!

Aunque últimamente ande callada como una perra sigo pululando por este pútrido mundo, concretamente por las calles de Santiago infestadas de turistas de paso cansino a los que tengo que contenerme para no agredir con mi pata avanzada de Turbo Silik (una mezcla entre patada voladora de Chuck Norris y el tetas fuera de Afrodita A). El turismo será todo lo estupendo que quieran, pero para el ciudadano que no tiene una tasca en el Franco es una puta mierda porque los cafés cuestan el doble y los bares huelen también doblemente a sobaco y a pies de peregrinos.

En este mes de agosto, Santiago es tomada no solo por 'vacacionantes', sino también por payasos, con motivo del Festiclown. Resulta curioso que tal cosa ocurra cuando los otros payasos, los políticos, se marchan a vegetar a otros puntos de la geografía. Imagino que de coincidir espacial y temporalmente en un sitio tan pequeño como Santiago debe de desencadenarse alguna reacción física que se cuidan de que no se produzca.

Además, por estas fechas los periodistas también se suelen ir de vacaciones -yo no, claro, que tengo que estudiar-, con lo cual las redacciones quedan configuradas por becarios generalmente analfabetos y por criaturas desquiciadas por encontrar noticias a la vez que reciben MMS de sus amiguitos mientras se bañan en pelotas en Bascuas.

De la combinación de ambas circunstancias surgen 'informaciones' como ésta en la que el periodista indaga en el gozo y disfrute de Don Manuel durante sus vacaciones en Perbes. Lástima que la edición digital de este gran periódico que es El Correo Gallego no incluya todos los pies de foto que aparecían en la versión impresa... pero vamos, que os podéis hacer una idea. Por cierto, que este ilustre diaro, el más vendido en Santiago, algún día tendrá que ver reconocidas sus ingentes aportaciones al diccionario de la RAE. Para que comprendáis a qué me refiero no tenéis más que echar un vistazo a esta otra información que casi provoca mi ahogamiento con un churro matutino.

¿Qué más cosas? Pues sí, que ya tengo fecha para mi segundo examen de oposición, que será el 24 de septiembre en la capital del reino, con lo cual me dedicaré hasta entonces a seguir arruinando mi juventud con conceptos como seguridad jurídica, lucro cesante, procedimiento de reintegro... una juventud que, no obstante, parece empezar a dar muestras de languidez, porque ayer, hurgándome en el cuero cabelludo, descubrí mi primera cana, tan plateada ella, que si llevase el pelo un poco más largo, bien podría hacerme un collar y decir que es un regalo de algún pretendiente adinerado.

Volviendo a las jodiendas que implica agosto... la que más seriamente me ha perjudicado es que cerrasen las instalaciones deportivas de la universidad. Poca gente me entiende cuando le digo que el deporte es para mí una necesidad fisiológica. Pero si cuento que la falta de endorfinas y adrenalina segregadas tras el esfuerzo me llevaron a necesitar refugiarme hace dos días en la soledad de una iglesia, es posible que se hagan una idea.

Por eso, esta misma mañana decidí rascarme el bolsillo y apuntarme a un gimnasio aunque sólo sea para este mes. Y ya me véis, que a pesar de haberme puesto a estudiar justo al llegar a casa -tras machacarme hora y media con cinta, bici, abdominales y todo tipo de máquinas de aspecto S/M-, ahora estoy fresca como una rosa y dispuesta a soltar improperios en lugar de aprovechar el tiempo para echarme una siestecita. Ah, y esta noche, volvemos a los ochenta, que viene Loquillo. Voy a buscar la gomina...

El alcohol es muy malo. La prueba, aquí...

Todos pensábamos que los campeones del Mundo habían sido Italia, pero no, parece que ha sido Cuba... y todo gracias a Zidane, por supuesto...