viernes, marzo 31, 2006

 

A la vejez...

Dicen que con la edad se adquiere experiencia y todas esas cosas con las que intentan convencernos de que envejecer no es tan malo. Sin embargo, para mí, esto de tener memoria en plazos mayores de diez años no está siendo nada correlativo con ese presunto grado de veteranía que debería haber adquirido. La prueba más palpable puede hallarse en esta última noche. Mi estado regresivo empieza a ser preocupante...

Ayer fue mi ansiado concierto de Astrud, encuentro que además del propio evento en sí tenía como aliciente el hecho de que, entre otros amigos, me acompañaba mi querida becaria, la única persona que en este periodo de hastío emocional ha sido capaz de sacarme a relucir un pelín de electricidad.

Por lo tanto, la noche tenía por objetivo adicional intentar dejarle claras ciertas cosas, entre ellas, que mis preferencias amatorias carecen de pelo en el pecho y tal, para luego a partir de ahí poder especificar que ella es en estos momentos la preferencia prioritaria dentro de ese subgrupo de gustos míos.

La cosa iba bien. Terminó el concierto y su amistad con los teloneros, Austria, nos llevó a terminar saliendo de copas por Santiago con ellos y con los propios Astrud, excepción hecha de Genís, que debía de tener un dolor de pies monumental después de pasarse la noche con el Korg MS-10 y esos taconazos.

El alcohol ya había empezado a fluir y, entre bar y bar, descubrí que el bajista de Austria era de padre almeriense. Increíble. Una de las chicas que nos acompañaba, aprovechando su espectacularidad física, consiguió además ligarse al batería y a Manolo, impresionante. Y esa misma chica se me quedó mirando y, sin saber explícitamente mis gustos, me espetó: éntrale al morro, en alusión a la becaria. De hecho, afirmó que entre nosotras existía tal tonteo que me preguntó si no estábamos liadas ya.

Y yo, a todo esto, que todavía no tengo claro si la becaria está en mi onda o no, le expliqué que no podía ser invasiva, que me daba miedo cagarla y esas cosas habituales cuando tienes 17 ó 18 años que te hacen tomar tantas precauciones. Así pues, estuve toda la noche cerquita de la niña, pero sin atreverme a nada, para variar.

Y hasta tal punto llega mi estupidez mental, que cuando llegamos al cotroso Maycar, íbamos tan alicatadas, que en vez de aprovechar para que se me escapase un mordisquillo dulce en el pescuezo, me quedé como un palo en la pared, para darme cuenta de repente de que el muerdo se lo estaba dando a un fulano que no conocía de nada. No sé cuántos años hacía que regalaba mis besos al sexo opuesto, pero la cuestión es que la becaria desapareció como por arte de magia y aún hoy tengo una cara de gilipollas que no me puedo explicar nada de nada. Mejor me vuelvo para la cama, porque esto es de locos.

miércoles, marzo 29, 2006

 

Una que se hace mayor...

...sí, eso se empieza a notar en que cuando ves un trozo de 'Cuéntame' te das cuenta de que hay cosas que recuerdas, que los nombres de los políticos ya te suenan, que las musiquillas de los anuncios a ti también te han acompañado, que los coches que aparecen son como el primero que tuvo un tío tuyo...

Lo grave es que cuando tales cosas ocurren, no sabes muy bien por qué, se te pone una cara de boba que pareces ZP en una guardería y la mueca permanece hasta que te das cuenta que te bizquea un ojo. No hay duda, es nostalgia, el primer síntoma de que en breve tendrás que usar el Just for Woman y de que tu cuerpo empezará pronto a hacer caso omiso al deporte que parctiques, acumulando la grasa donde le salga de las pelotas.

Sí, y tú, que te has criado con ordenadores y videoconsolas y decías que nunca dejarías de disfrutar de esos cacharros, te das cuenta de que si te dan el mando de una PS2 te matan al momento porque los juegos son ya demasiado complicados y hay que hacer tales combinaciones de botones que pienas que antes tendrías que haber estudiado ingeniería nuclear.

En la medida en que esa generación de entre 25 y 35 años, con estudios y trabajos precarios, no nos hemos extendido demasiado en cuestiones de procreación, se han percatado de que también podemos ser un mercado potencial. Así, a parte de la recuperación de la estética y música retro de los 70 y 80, estamos asistiendo a una aplicación a las nuevas tecnologías de ese sentimiento nostálgico con el fin de sacarnos el poco dinero que tenemos.

Uno de los ejemplos más claros es la proliferación de páginas web para encontrar pareja. Los empresarios son conscientes de que trabajamos diez horas diarias en jornada partida y sin cobrar horas extras, lo cual hace que nuestras relaciones amatorias sean un desastre o que, directamente, carezcamos de vida a ese nivel. Por eso, cuando no mira el jefe, no termina de ser mala opción meter tu perfil en una de esas webs por si cae la breva.

Hace tiempo, y en esa misma línea, surgieron otras webs destinadas a recuperar el contacto con antiguos compañeros de clase. En principio el enfoque era como el de las páginas de relaciones personales, es decir, pagabas una cuota al mes y podías contactar con ellos. Sin embargo, mientras que parece ser que uno está dispuesto a pagar la cuota por echar un polvo o por recibir flores conformistas el día de San Valentín, no ocurría lo mismo con los amiguetes del cole, con los cuales te une más la ya citada nostalgia que el impulso primario sexual.

Por eso, por fin han recapacitado en la web de Mipasado, que ahora es gratis y te permite satisfacer tu malsano morbo viendo lo mal que ha envejecido el guaperas de tu clase o cómo el empollón de turno ha terminado de motero del Telepizza. Por supuesto, también es probable que descubrais que el gañán aquel que se salió de estudiar a los 14 ó 16 años es el único que trabaja cobrando más de 1.000 euros al mes.

Pero bueno, si estáis en una de esas etapas nostálgicas, igual os hace algo de ilusión echarle un vistazo a la web.

 

¡Astrud!



Después de la frustración que supuso para mí que nadie quisiera acompañarme a ver a los Glamour to Kill voy a vengarme de todas todas este jueves, que los Astrud vienen a Santiago. A ver si por fin explican quién es ese hombre que lo hace todo en España o por qué todo les parece una mierda, que aunque coincidamos conceptualmente, me gustaría saber de qué forma llegaron a tal conclusión.

¿Alguien se apunta?

martes, marzo 28, 2006

 

:?

Me acabo de dar cuenta de una chorrada absoluta pero, pese a ello, me ha turbado. Si abrís vuestra despensa o, en el caso de que esté muy vacía, la de vuestros compañeros de piso o progenitores, paraos un segundo. ¿Qué veis? Sí, comida, ya lo sé. Pero, ¿no veis algo más?

Quizá porque estudiar Presupuestario me disloca las neuronas, hoy me he venido a dar cuenta de una cosa. Miro a las galletas y hay cientos de formatos, no sólo de galletas en sí, sino de las cajas o botes en las que se venden. Lo mismo pasa con la leche, con los espárragos, que los puedes comprar en cristal o en lata... Las diferencias suelen estar en función de la marca, que trata de darles un toque distintivo.

Sin embargo, hay un producto que, con independencia de la marca, siempre tiene el mismo formato. Pensad, pensad, ¿cuál puede ser? Pues sí, los queridos ColaCao y Nesquick, rebautizados con cientos de nombres eufemísticos a través de marcas blancas, pero siempre, alojando su peligroso polvo en un bote amarillo.

¿A qué puede deberse tal cosa? Puedo comprender que la mayoría de continentes de tomate frito sean de color rojo, aunque al menos tienes la versión cristal y la versión brick, pero ¿de dónde puede partir la idea de relacionar el color amarillo con el cacao para la leche? Si aun fueran botes marrones... pero no, son de color amarillo.

Imagino que algo tendrá que ver la inercia marcada por los productos originales, Cola Cao y Nesquick, cuyos recipientes eran amarillos, pero sigue sin tener lógica, porque el primer chocolate con leche que todos conocimos fue el de Nestlé y el resto de sucedáneos no tienen necesariamente el papel rojo... Necesito una explicación.

 

Momentos... ejem

Llegas un domingo por la noche a casa... acompañada después de muuuuuchas semanas. Decides aprovechar el tiempo hasta altas horas de la madrugada porque no sabes cuándo será la próxima vez y además no están tus compañeros de piso.

Al día siguiente vuelves a tu rutina y, por la noche, cuando regresas al calor del hogar, te encuentras con tu compañera domiciliaria.

- ¿Qué tal el fin de semana? -le preguntas-
- Muy bien. ¿Y el tuyo?
- Bueno, trabajando y eso. Por cierto, ¿te fuíste a tu casa desde el miércoles, no?
- Sí... pero anoche ya estaba aquí, cof, cof, cof -y la muy perra suelta una carcajada-
- ¡¿Cómo?1
- Sí, bueno, al principio me costó un poco dormirme...
[Tierra, trágame]

sábado, marzo 25, 2006

 

Ah, claro...



Extra, extra... la hostiaputicámara de Sili[k] descubre la autoescuela a la que va Farruquito...

viernes, marzo 24, 2006

 

Haz el amor y no...

Me niego. Me niego a reproducir ese lema del mayo del 68, más ahora que los estudiantitos vuelcafresas nos demuestran que ellos se saben reunir por algo más que un puñado de cubatas a precio de saldo. En cualquier caso, la frasecita me viene de perlas, aun capada, para introducir el tema de hoy.

Todo el mundo anda consternado, dicen los medios, por los macrobotellones dichosos. A mí me joden mucho, especialmente porque ya no soy una jovenzuela que disponga de mucho tiempo ocioso para recuperarme de tales ingestas de alcohol, lo cual me frustra y me lleva a la deriva hacia esa futura abuela cascarrabias que seré.

Mientras la ministra de Sanidad, sospecho, preparará ahora una ley antibotellón, se fraguan en distintas cuevas otras iniciativas para ofrecer una alternativa de ocio. Así, en Cambados, provincia de Pontevedra, parece ser que han convocado para el próximo 1 de abril una macrolimpada, para dejar el litoral gallego, que falta le hace, como los chorrillos del oro.

No tengo ni idea de cuanta gente secundará la iniciativa, que oye, está muy bien para demostrar que lo que los guarros de los españoles somos capaces de ensuciar, también somos capaces de limpiarlo. Hay que dar una imagen ¡hombre!.

Pero los vascos han ido más allá. Ahora que una parte de ellos dice haberse cansado de jugar con pistolas y de hacerle la vida imposible a la gente y esa misma gente de a pie, que ahora puede renunciar a tener un guardaespaldas, se han dicho: chavales, vamos a recuperar el tiempo perdido.

Así pues, para el próximo 31 de marzo -está a la vuelta de la esquina, criaturas- han convocado una macrobacanal, en la cual el objetivo, imagino, es sustituir el cubata por... bueno, por otros líquidos presuntamente menos nocivos. No penséis, en cualquier caso, que se trata de una idea innovadora, que en esto del vicio y del fornicio está todo inventado. Por ello, el objetivo de la fiesta, a parte del conocimiento bíblico, es superar la cifra de 3.000 asistentes de la que se convocó tiempo atrás en una playa griega.

Si queréis más información, aquí tenéis los datos. Eso sí, si vais, luego recoged las gomitas o los cuadraditos, por favor. Ah, y haced muchas fotos para el recuerdo.

 

Subtextos

Una de las ventajas de eso que se ha venido en llamar 'brecha digital' o 'analfabetismo funcional' es que si eres un poco avispado, tu calidad de vida mejora gracias a la ineptitud ajena. Probablemente el capullo de mi vecino utiliza su red wi-fi para descargar porno hardcore protagonizado por chicas de 18 recién cumplidos que aparentan muchos menos. Probablemente, será de esos que se le manifiesta un tic en el ojo cuando le planteas la posibilidad de leer algún libro y, también probablemente tiene un trabajo cojonudo por el que cobra una pasta, ya que no tuvo la infeliz idea de ir a la universidad.

En cualquier caso, su falta de pericia y precaución con las nuevas tecnologías me ha permitido tal día como hoy iniciar esto en el retrete y terminarlo en el salón de casa dándole unos sorbitos a un vaso de leche. ¿Qué os iba a contar? Ah, sí. Desde siempre he sostenido la teoría de que uno de los personajes de Los Simpson, Ned Flanders, el meapilas de la casa de al lado, no sólo era un opusino reprimido sexualmente cuyos hijos terminarían casados pero acudiendo a aparearse con travelos cada fin de semana.

Mi teoría era que Ned Flanders había sido gay y, ante el conflicto moral que ello le acarreaba, había terminado acudiendo a Exodus, una empresa americana con capital ultracatólico que te cura las mariconadas a base de rosarios y padresnuestros. Me basaba para ello en determinados detalles que ofrece la serie a lo largo de su desarrollo. Por un lado, el perfeccionismo de Flanders es anormal. Por otro, es un hombre que lleva bigote y, aunque ahora tal atrezzo facial esté tan defenestrado y echado a la derecha, no hay más que echar un ojo a los videoclips de Village People o a los cuadros de Tom de Finlandia para percatarse que de toda la vida ha sido un icono gay.

A esto se añade cierto comentario en un capítulo en el que decía a su esposa Modd: 'siempre te pido que no compres salchicas de las gordas porque sabes que me ponen violento'. En otro capítulo en el que la familia Flanders y la familia Simpsons van juntos a la nieve, Ned exhibe con un orgullo un super ajustado traje para esquiar y le comenta a Homer: 'a que es super chuli mi traje? Es como si no llevaras nada puesto'. El pobre Homer, que tiene un percance con los esquís, no puede quitar de su cabeza esa escenita en la que Ned, simultaneamente, contoneaba grácil sus nalgas.

Pero defender esta postura me ha costado en más de una ocasión que me llamen paranoica. Vale, sé que a veces me paso buscando subtexto en cualquier mensaje de los mass media -que cool suena decirlo así-, pero finalmente, el otro día tuve la confirmación de que mi idea, a parte de fundada, estaba en la cabeza de los guionistas.

Ocurrió al saltarme las reglas de mi disciplina Simpsons y ponerme a ver el primer capítulo de la 15ª temporada: La casa árbol del terror XIV. A parte de ser un episodio alucinante, salpicado con el peor/mejor gusto del cine gore de serie B, aparece Ned Flanders haciendo footing y ante una pregunta que le formulan sobre su estado de forma, contesta: 'bueno, no estoy en mala forma del todo... quedé primero en la carrera para curar la homosexualidad'.

Como dirían en Expediente X: la verdad está ahí fuera. Como dirían en Mujeres Desesperadas: oscuros secretos se fraguan en el interior de cada casa. Como dirían en el Batman de Adam West: pow! plofff! spammmm!

jueves, marzo 23, 2006

 

La hostiaputicueva


Hete aquí una vista parcial de mi cuevecilla, ésa en la que duermo, gruño cuando suena el despertador, rezo aun sin ser creyente, veo mis series frikis... Otro día os enseño la cama, las dos mesas y la silla. Igual así a alguien el sitio le parece acogedor y me quiere hacer compañía. Ah, bueno, de paso podéis comprobar que lo de la bandera de la 'gaivota' no era un farol...

 

Vicios

Ya lo sabéis, estoy deseando que me vuelva a partir un rayo para recibir mimitos, segregar endorfinas irracionalmente y sentirme como una porrera permanente sin necesidad de tomar sustancias ilegales.

Sin embargo, hay algo que me aterra. Desde mi último cataclismo emocional, cuyos efectos se están exteniendo más que cualquier otro antes conocido, ha ido aumentando el peso de unos vicios que hasta entonces tenía pero no de esta forma tan neurótica. Así, ante la ausencia de compañía, decidí descargarme las 16 temporadas de Los Simpson y comenzar a verlas desde el principio, a razón de dos capítulos por noche antes de irme a dormir.

Fijaos si ha pasado tiempo, que hoy me toca empezar la novena temporada y que las noches de los fines de semana no computan, al igual que tampoco lo hacen las de puentes y demás fechas señaladas que aprovecho para otras aficiones nocturnas.

El caso es que a estas alturas, aun consciente de lo bien que me vendría tener una amante, cuando me planteo si sería capaz de renunciar a ese vicio por amor, no soy capaz de responder afirmativamente con sinceridad. Esto implica pues, que conforme más tiempo pase, iré asentando otros vicios, como es el de quedarme sopas mientras escucho El Larguero, madrugar si es preciso para ver correr a Fernando Alonso... y todo ello me convertirá en una persona tan hedonista que, o encuentro a alguien con esos mismos vicios, o la pereza de cambiar los hábitos me llevará a no ser capaz de adaptarme a nadie.

Empiezo a estar preocupada.

miércoles, marzo 22, 2006

 

Cuatro...

No me lo digáis... Polanco está detrás de todo esto, ¿verdad? Se te nota a leguas de qué pie cojeas, cabroncilla mía, que lo sepas. Aún así, como me ocurren cosas muy raras útlimamente, casi que mejor que voy a aceptar el chantaje emocional éste de las cadenas, que ya se sabe que las cosas siempre pueden ir a peor...

Cuatro trabajos que he tenido:
- Sodomizadora sonora en una emisora municipal a la que me encaramé cuando vivía en Almería y que usaba para enviar mensajes encriptados inductores al suicidio colectivo a través de música electrónica.
- Productora de informativos, presentadora de todo tipo de programas, montadora de vídeos, operadora de cámara y reportera dicharachera durante la Feria de Almería en una televisión local de esa ciudad en la que también nació Bisbal.
- Periodista tocapelotas en una radio provincial... y oye, durante el mes de agosto fuí directora de informativos, pero no fue tiempo suficiente para hacerme la interesante. No me comí ni una rosca con ese argumento, grrrrrr.
- Actualmente: periodista en una agencia a partir de la cual confeccionan la mayor parte de los periódicos gallegos aunque luego los muy hijos de puta no nos firman, requetegrrrrrrr.

Cuatro libros que he disfrutado recientemente:
- Vida Mostrenca, de Jordi Costa
- Pop Control
- Sin noticias de Gurb
- Ley del Patrimonio de las Administraciones Públicas... sí, gente, sí, es la única ley que está escrita sin sadismo verbal.

Cuatro lugares en los que he vivido:
- Almería
- Málaga
- Santiago
- Babia

Cuatro sitios que visito diariamente:
- Diario de una cabrona
- Asco de Vida
- Diario de una borde
- Mi puta vida

Cuatro sitios en los que me gustaría estar ahora mismo:
- en la cama echando la siesta
- en la cama bien acompañada
- en la Xunta rascándome las narices desde mi plaza fija
- en Bruselas insultando a los eurodiputados por hacer una constitución con 448 artículos + anexos.

Cuatro discos que he disfrutado recientemente:

- The Understanding (Royksopp)
- Scissors Sisters (Scissors Sisters)
- Agaetys Byrjun (Sigur Ros)
- Atlas (Kinky)

Cuatro personajes que detesto irracionalmente
- Ismael Serrano
- Ramoncín
- Manu Tenorio
- Hilario Pino (aprende a hablar con una cadencia de ser humano, hijo de la gran puta!!!)

 

Los topónimos, qué bonitos son

Ser periodista proporciona un conocimiento tal de la política que, cuando llegas a determinados años de experiencia, te das cuenta de que si la designación de presidentes, ministros y consejeros fuera por sorteo, no nos iría mucho peor. He visto políticos hablar por el móvil -a todos- en medio de una comisión del Parlamento, he comprobado que se escriben notitas cuando les toca hablar a los portavoces de los demás partidos políticos o he vivido cómo el Pleno quedaba desierto porque estaban los diputados en el bar viendo algún partido de la Champions League...

La conclusión a todo esto es sencilla: son todos unos hijos de puta que viven a nuestra costa. Una entonces lamenta no haberse metido en política de jovencita, porque la política viene a ser como el funcionariado, pero en vez de tener que pasarte unos añitos estudiando, lo único que tienes que hacer es ser un pelota para luego poder tocarte las gónadas a dos manos y cobrar un sueldazo.

Pese a ello, no sé por qué, a estas alturas del partido, la gente sigue pensando en términos arquetípicos eso de izquierda-buenos, derecha-malos. Si hay un ámbito en el que estoy a favor de las cuotas, ése es el de los partidos políticos: hoy me cago en el PSOE, mañana en el PP, pasado en el BNG, el siguiente en ERC... todos están lo suficientemente (in)capacitados para recibir por igual mis heces verbales.

Desde luego, si hay un elemento que los iguala a todos es el de la toponimia. No obstante, me jode el grado de insulto que se suelta a uno u otro partido cuando comete el mismo error sea tan distinto. Así, cuando gobernaba el PP, recuerdo que cada vez que llegaba a la oficina una de estas notas en las que cambiaban Sanxenxo por Sanjenjo, todo el mundo se echaba las manos a la cabeza: ay que ver, los fachas estos... no respetan ni la ley ni nuestros derechos históricos y bla bla bla.

Sin embargo, aquí tenéis una evidencia, del pasado sábado para más señas, de que las cosas poco han cambiado. Ahora, verbigracia, Pedrafita do Cebreiro es Piedrahita del Cebrero. ¿Dónde están los modernos que se quejan ahora que gobiernan los socialistas, joder? Me responderéis entonces, condescendientes vosotros: bueno, un error lo tiene cualquiera...

Pues que sepáis que no es ni mucho menos la primera vez que ocurre. Hace dos sábados, en un acto de agricultores en Santiago, la ministra de Agricultura, gallega ella, tuvo a bien referirse a las bondades de la patata de Jinzo de Limia. Tiene cojones que una que es natural de Almería se escandalice por esto mientras que la ministra con denominación de origen queda tan campante...

Sinceramente, me merece casi más respeto que estos 'errores' los cometa el PP, porque al menos puede decirse que responden a una ideología política. Puedes compartirla o no, pero tienen su lógica... ¿pero que lo hagan los socialistas? ¿a razón de qué? Lo que deja al aire que lo hagan ellos es, una de dos, o que son unos cínicos y cojean del mismo pie o, directamente, que son una panda de paletos que luego encima tienen los santos huevos de exigirme a mí que haga los exámenes de la oposición en gallego....

En fin, si aún creeis que hay diferencias entre unos y otros, por favor, dadme el nombre de vuestro médico que yo también estoy ansiosa por que me receten psicotrópicos que me hagan creer en dragones, en la vaca de Milka o en estas cosas...

martes, marzo 21, 2006

 

Gañanes al poder

Hoy, la cabrona de mi inspiración se ha quedado durmiendo en la cama mientras yo me despertaba para vestirme e ir a la biblioteca. La escucho roncar desde el salón a la muy perra y por más que le digo que me haga compañía un ratito, pasa completamente de mí.

Por eso, voy a tirar de mi particular archivo de noticias estúpidas, de ésas que, por un lado te reconfortan al dejar bien a las claras que hay gente mucho más estúpida que una misma, pero que por otro, te dejan profundamente turbada en la medida en que eres consciente de que sus protagonistas, al fin al cabo, se supone que comparten configuración genética contigo. Es como cuando sale alguna de esas informaciones en las que dicen que tu ADN es prácticamente idéntico al de una mosca. Primero, te ríes, luego... no tienes tan claro si es gracioso.

El caso que saco a colación hoy tal vez lo conozcáis. De hecho, estoy segura de que si este fin de semana habéis leído el periódico en el bar, debe de ser de las pocas noticias que os hayan suscitado interés. Porque, la verdad, por mucho que mis colegas periodistas estén obsesionados con que lo importante es lo que dice Rajoy y lo que le contesta ZP, es muy escasa la gente que conozco que empieza a leer el periódico desde la primera página hasta la última. Lo divertido es empezar leyendo la programación, luego la cartelera, los deportes, te saltas economía, miras las páginas de sociedad y, cuando ves que te acercas a las de España y Mundo, procedes de igual forma que con las de color salmón, cierras el periódico, lo doblas y lo dejas en la mesa de al lado para que otro lo lea.

Bien, pues la noticia de hoy es de un subnormal al que su novia -sospecho que más subnormal aún- le dio 2.100 euros para que pagase la factura de un aire acondicionado. El muchacho, al parecer, al verse con tanto dinero dijo: qué coño. Así que se fue a un puticlub, se lo fundió todo el mujeres casquivanas y en drogas.

Claro, luego le entró el reparo. Ay, ay, que yo quiero mucho a mi novia... como se entere me mata... a ver qué hago. Pues nada, el hombre, incapaz de asumir su responsabilidad, tuvo la brillante idea de fingir su propio secuestro. Así pues, pagó de nuevo a una putilla, pero esta vez para que lo amordazase y lo metiese en el maletero de su coche, así como para que, en un tiempo prudencial, llamase a la poli diciendo que había un vehículo abandonado en un descampado.

Efectivamente, los picoletos acudieron al lugar y ahí estaba la pobre criatura, indefensa y atada de pies y manos. ¡Angelico! Luego va y dice que unos fulanos lo ataron y le robaron de la guantera los 2.100 euros que le había dado la novia. Ciertamente, la historia podría ser verosímil. Pero por algo la información aparecida en El Mundo subraya en negrita que el vehículo del gañán éste era una Mercedes SLK. Vamos, un cochazo. Y los presuntos cacos le habían robado 2.100 euros, pero lo dejan en el pedazo de buga...

En fin, el ser humano es tonto del culo. Y lo jodido es que mientras mi sueldo de licenciada no me llega ni para sacarme el carné, esta panda de inútiles va por la vida con un coche que no creo que cueste menos de cinco millones de pesetas. Tiene huevos...

lunes, marzo 20, 2006

 

Vaya tela... o látex

El sábado pasado fui parte de una quedada de invertidas en Compostela que, tras cenar para proteger sus estómagos, se sumaron a otra fiesta que había organizada en un bar de esos medio nacionalista medio de ambiente que hay en la ciudad.

Como es de imaginar, la Estrella Galicia corría con alegría por nuestros jóvenes cuerpecillos, pese a lo cual, mantuvimos hasta altas horas de la mañana una impecable habilidad para jugar al fútbol con los globos que había por allí dispersos. Tanto es así, que en ocasiones éramos capaces de hacerlo incluso con tres globos simultáneamente... bueno, cierta persona sufrió un percance con un charco que había en el suelo pero me ahorraré detalles para no mancillar su deshonrosa reputación, ejem.

El caso es que en una de esas ocasiones, acudió a nosotras una de las organizadoras de tan bolleril evento que tenía toda la cara de querer vendernos algo... Cuando fue mi turno, le dije que no, que no le compraba cds piratas, que para eso ya tenía a la mula y no era necesario... pero claro, lo que pasaba es que esa noche había salido sin gafas porque no me apetecía ir de intelectual-bolli-girl y tuvieron que explicarme que no eran cds piratas, sino unos packs de sexo seguro que incluían en su interior un cuadrado de látex, un condón y lubricante. Vamos, que podían sacarle partido todo tipo de depravados.

Lo cierto es que sentí curiosidad, pero acto seguido le solté a la chica: total, yo ya casi nunca follo. Aun así, la muchacha me insistió. Mujer, nunca se sabe. Y en la medida en que alguien depositó esperanzas en mis capacidades de apareamiento, me pareció un feo rechazar su oferta, que además era gratuita.

Total, que cuando decidí guardar en el bolso tan preciado pack, que por cierto, implicaba que Galicia fuese la primera comunidad española en que se repartían profilácticos para todo tipo de prácticas sexuales, pude percatarme en compañía de otras colegas que el paquetito llevaba el logo de la Xunta. Y me dije: Joder, qué Gobierno bipartito más moderno tenemos...

Me invadió entonces eso de la deformación profesional -sobretodo deformación, claro- y me decidí a indagar a raíz de qué reunión con Touriño o Quintana -presidente y vicepresidente de la Xunta, respectivamente- habían conseguido que con los cuartos de todos los gallegos, homófobos incluídos, se financiase tal iniciativa.

Y llegó entonces el momento más psicotrópico de la noche, cuando en un arranque de sinceridad, la organizadora de marras me reconoció que ese pack lo había puesto en circulación el anterior Gobierno de Galicia. Sí señor, el de Don Manuel Fraga Iribarne, el de esos presuntos fachas que van a manifestaciones con el Foro de la Familia para que no nos podamos casar.

Comprended que sentí un morbo terrible al comprobar tal extremo. Ahora sí que tengo un buen argumento para mantener la bandera del PP que ondea mi habitación junto a un póster de Fangoria. En principio el objetivo de tal motivo decorativo era traumatizar a las visitas, pero desde el sábado, puedo decir que es porque se preocupan de que no me coja unas ladillas, entre otras muchas ETS.

De todas formas, que no se hagan ilusiones. Tendrán que currárselo mucho si quieren mi voto en algunas elecciones. Además, tras mirar la bandera con orgullo -mirar una bandera del PP con orgullo gay parece un contrasentido, pero ya habéis visto que no-, llegué a una conclusión que le daba lógica a todo el asunto.

Y es que, el logo del PP incluye una o dos gaviotas, ¿verdad?. ¿Sabéis cómo se dice gaviota en gallego?: Gaivota... está claro, ¿a que sí?.

sábado, marzo 18, 2006

 

Que me parta un rayo, YA!

Ayer tuve una especie de déjavu cuando me puse a ver el capítulo 16 de la segunda temporada de Mujeres Desesperadas. Uno de los personajes, Susan -el interpretado por Teri Hatcher-, le contaba a Lynette que el chico con el que estaba saliendo era maravilloso, lo tenía objetivamente todo, peeeeeero... no sentía 'el rayo'.

Me hizo gracia porque cuando le intentaba explicar a mi ex lo que sentía hacia ella, utilizaba justamente esa misma metáfora, un puñetero rayo, sí. Un rayo que, por lo que se ha visto, te deja completamente ciega y achicharra toda experiencia previa, abocándote sin remedio a volver a estrellarte.

Pero claro, el rayo también tiene cosas buenas. Al atravesarte desde la coronilla hasta los pies, aúna de una forma casi mística las tres cés, y no me refiero a los cursillos, sino a la Cabeza, al Corazón y al C... bueno, eso último ya sabéis lo que es, así que opto por no introducir más tacos en el blog, que mañana es el día del Señor y tal.

La puñetera serie me removió las entrañas con el maldito detalles y me pasé el día medio en babia. Cuando salía a descansar de estudiar, me volvía a la cabeza. Cuando estuve nadando en la piscina, ídem de ídem. Y tanto pululó el asunto entre mis neuronas, que terminé concluyendo que, después de casi tres meses de evitar todo contacto físico, verbal o visual con ella, lo que echo de menos no es exactamente a ella, sino al puto rayo.

Porque claro, el rayo se mete en tu cuerpo y es estupendo, pero el cabroncete tiene ánimo de ocupa y, aunque se vaya para siempre la artífice de que entrase, se queda dentro de ti y va saliendo muy poco a poco. Todos sabemos además la forma de un rayo, así, como zigzagueante. Y por eso, aunque entra fácil en la carnecilla humana, cuando tiene que salir se te clavan las puntas en todo órgano interno.

Entonces, esa intensidad se revierte y en vez de hacerte sentir en las nubes, te va dejando como knockeada de tal forma que tu cuerpo, para protegerse y sobrevivir, rebaja sobremanera su umbral de sensibilidad. Y tú, que antes eras una persona que se encaramaba a un camelio para regalar una florecilla a cada uno de tus amigos, que te emocionabas escuchando la parte uno de Oxygène o mirando los colorines de un atardecer, te das cuenta de que te has convertido en alguien que no tiene que ver contigo.

Todo se convierte en una extraña apatía. Vas a estudiar o a currar como una especie de zombi. Sales por ahí a tomarte unas copas, intentas reírte con los colegas... pero cada una de las cosas que haces carece de la más mínima convicción. Lo haces simplemente porque sabes que a tus 26 años no es plan de quedarte en casa lloriqueando como una colegiala, pero nada más.

Y en la medida en que todo tu mundo interior está, literalmente, arrasado, te das cuenta de que lo único que te hace sentir mínimamente son superficialidades, placeres de disfrute inmediato, tales como el sexo, el tabaco, música de los 80... Intentas leer algo antes de dormir, pero no, no sientes, preferirías echar un polvo que al menos te deja relajada. Te pones el Ricochet de Tangerine Dream y no, los pelos no se te ponen de punta como antes, así que acabas recuperando el Take on me de A-Ha para al menos mover la patilla mientras suena...

Por todo esto y porque no soporto que mi cuerpo esté lleno de rencor, necesito que me vuelva a partir un rayo, pero ya, por favor...



viernes, marzo 17, 2006

 

Turbo Silik 1


Mi querido amigo Astropop se ha inspirado en mi mala hostia para dar rienda suelta a su frikreatividad con el Paint. Es el responsable de que cada mañana suelte las carcajadas más sonoras de todo el día. Su flog es una joyita, así que ya sabéis, a visitarlo aquí.

jueves, marzo 16, 2006

 

Las verdaderas causas de la piratería

De verdad, eh, que estoy hasta el gorro de escuchar siempre la misma cantinela. Que si en la radio, que si en la tele... todos los curritos de este país somos unos viles seres que merecemos morir empalados porque estamos accabando con la economía. ¿Porque tenemos miles de millones de euros sumergidos entre negocios de prostitución y de tráfico de drogas? No, hombre, no, porque nos estamos cargando la industria y el cine con eso de descargarnos las cositas en la borriquilla.

Mira cómo lloran los hijos de puta éstos, míralos... arrimándose al hombro de ZP y demás ministrillos para contarles sus penas. Para pedirles que nos metan en el talego por descargarnos el videoclip de la Terremoto de Alcorcón. Lo curioso es que las puntas de lanza de este movimiento, además de plastas insufribles, me parecen tan repulsivos como 'artistas' que ni una vez en mi vida he hecho el esfuerzo, no ya de comprar sus discos, sino de meter sus nombres en el buscador de la mula. A saber: el ya citado Ramoncín, Luis Cobos, David Bisbal, Teddy Bautista... antes muerta que con sus 'creaciones' en mi disco duro, por favor!

Pero da igual. Yo solamente quería recordarle a esta panda de paletos las verdaderas razones por las que nos vemos obligados a piratear, bien música, bien películas. Vamos a ver, pedazo de gilipollas. Si tenéis que quejaros a alguien podéis empezar por la ministra de la Vivienda. Porque mira, en la infancia, cuando vivía en el lecho familiar, bien es cierto que acumulé una ingente cantidad de discos originales.

Cada cumpleaños, cada santo, cada ocasión posible, la aprovechaba para pedir discos y más discos. Me he pasado cientos de horas en tiendas de segunda mano para encontrarlos baratos y me he abstenido de escuchar a mis artistas favoritos hasta que tuviesen sus discos en serie media y poder pagarlos. He soportado que gañanes de tiendas Tipo, ante mis peticiones, contestasen cosas como '¿Kraftwerk?... eso es un grupo nuevo, no?'. Han pensado que era una nazi al preguntarles si tenían algo de Tangerine Dream, Klaus Schulze o Conrad Snitchzler... Aun así, con mucha paciencia, las estanterías de mi casa se fueron llenando poco a poco.

Pero ahora que vivo de la única forma que puedo, compartiendo piso con otras personas, dispongo para mí de una sóla habitación. Y mira, es que, literalmente, no me cabe ni un disco más, salvo que esté dispuesta a que pululen por el suelo. Tengo que pasar de las ofertas cojonudas de Subterfuge porque si comprase sus discos tendrían que vivir debajo de mi cama o en el cajón de la ropa interior. En cambio, si me descargo esos mismos discos que estaría dispuesta a pagar de no ser por el espacio limitado del que dispongo, me caben luego 60 en un fabuloso DVD.

Por tanto, si quieren culpables, que no vengan a jodernos a nosotros, ya que los melómanos somos las verdaderas víctimas de esto y no los músicos aburguesados que van de izquierdosos y tienen pisos en la Moraleja.

Y casi lo mismo se puede decir de los cines. A mí no me importa pagar cinco euros, que vienen a ser dos cervezas, por ver una película interesante en pantalla grande. Pero claro, si las pantallas vienen a ser poco más que mi monitor de 17", si los sillones apestan a lefa resesa y si a la par que veo una película puedo escuchar la de la sala de al lado... como que prefiero verla en mi casita... lo cual me obliga a descargarla, claro, porque donde no caben CDs, tampoco caben DVDs.

Así que nada, que no nos vengan con milongas y que arreglen lo que tienen que arreglar. Me voy a la biblioteca a estudiar... con el iPod a todo trapo y, sí, con toda la música de su interior: PIRATEADA!

 

Maná

Si digo: 'Cleopatra', seguro que recordaréis con la misma facilidad que vuestro día de cumpleaños, que esta señora era una sibarita y se bañaba en leche de burra. Se supone que eso era la repera y que todo el mundo la envidiaba por ello.

Bueno, ése al menos no es mi caso, porque siempre me daba por pensar en el proceso de extracción láctea a la burra y me entraba un poco de arcada. Y por muy bien que dejase la piel, si cuando te cae un poco de leche en la ropa apestas como una cerda, no me quiero imaginar cómo de retestinado se debería de quedar el olor en las raíces del cuero cabelludo después de un baño de esos.

Sin embargo, ayer leí una noticia que me hizo pensar que para eso de los baños puede haber un buen sustitutivo del agua. Se trata de una mujer noruega a la que le empezó a salir cerveza de los grifos de su casa. Vamos, como el pasaje bíblico de los israelitas en el desierto y el maná, pero en versión fresquita y borrachuza.

Teniendo en cuenta que los nórdicos siempre van por delante en todo y que en nuesetro país hay tantos problemas de agua, no sé a qué esperan para tomar nota de la iniciativa. De esta forma contribuiríamos de una forma brutal a la conservación del medio ambiente. Por un lado, reciclaríamos todo el líquido con el que nos lavamos o fregamos los platos, por otro, no se generarían tantísimos residuos porque pasaríamos de botellines y de latas. Además, terminaríamos de un plumazo con el monopolio de los proveedores de agua y habría una gran liberalización de la competencia en tanto que podríamos elegir si quien nos suministra es Cruzcampo, Mahou, Guinness... Bueno, en mi caso, no tendría duda: nada como lavarse la carita con una buena Estrella Galicia.

miércoles, marzo 15, 2006

 

Injusticia!

Junto a la posibilidad de mingitar en cualquier parte sin necesidad de sacar al fresco las posaderas -algo que se agradecería especialmente en campings y noches etílicas- , hay una cosa que envidio con furia asesina de los hombres.

Si te das una vuelta por la sección de hombre en Zara, además de trajes y corbatas, te encontrarás con montículos y montículos de camisetas cuyos motivos no son las putas muñecas manga haciendo el ganso, sino esos seres que poblaron nuestra acnéica adolescencia, esto es: Batman y Robin, Los 4 Fantásticos, Spiderman, Superman...

Por cinco o seis euros, tienen a su disposición el mejor recuerdo que probablemente les quedó de esa etapa asquerosa que es la pubertad. Nosotras, sin embargo, a lo más que hemos llegado es a camisetitas de las supernenas, que sí, que tienen colorines muy chulos también, pero la carga emocional no tiene nada que ver. Eso por no decir nada del elemento homoerótico que implican Batman y Robin o el mero hecho de un hombre ataviado con ajustadas mallas.

A nosotras, pues, la única opción que nos queda, como si no tuviéramos suficiente con cobrar un 30% menos que ellos, es ir a esas tiendas especializadas en las que te clavan un mínimo de 20 euros por poder encontrar camisetas frikis de tu talla.

Por suerte, como ya os he dicho alguna vez, tengo amigos que no me merezco y en especial, una de mis ex, consciente de la frustración que en mí genera tamaña injusticia, ha optado por regalarme en cada uno de mis cumpleaños una de estas camisetas. El año pasado me obsequió con una de La Naranja Mecánica y, siguiendo la tradición, este año le ha tocado a Mazinger Z. Ahora, por fin, comprendo eso de lucir con orgullo los colores y puede apreciarse que cuando visto tales atuendos, estoy menos infeliz de lo normal, al estar legitimada, por ejemplo, a rebatir argumentos contrarios a los míos con un sonoro: 'puños fueraaaaaa'.

Espero que cuando me caigan los 27 llegue a mi pecho, por fin, la ansiada camiseta de Afrodita A. Todos recordamos su grito de guerra, ¿verdad?

lunes, marzo 13, 2006

 

El radar ése...

Hoy he sentido la tentación de rellenar esto con alguna que otra noticia absurda, pero como de vez en cuando me ocurren cosas, hoy me apetece mirarme al ombligo y contarlas aprovechando que aún le queda un rato al zanco de pollo y al brécol que me voy a zampar -fijaos chicas que sana que soy-.

Cuenta la leyenda que quienes vivimos en la otra acera desarrollamos una capacidad para detectar a otros seres que habitan en ella. Es lo que se conoce como gaydar. Sin embargo, cuando ya han pasado unos años desde que asumí este viaje by the wild side, he llegado a un punto en que, una de dos, o esa afirmación no es más que una leyenda urbana como la de Ricky Martin, o tengo un grave problema de percepción bolleril.

Sin ir muy lejos -donde hay múltiples anécdotas humillantes- sirve de ejemplo clarificador lo que me ocurrió el sábado pasado. Había quedado con mis amigas de siempre para tomar una cervecilla. Por el camino, nos encontramos con otra colega que de vez en cuando se pasa por Santiago, a la cual acompañaban dos chicas.

Al final nos arrejuntamos en un bar algo así como diez o doce mujeres, todas invertidas menos una. ¿A que no adivináis en cuál se fijo la menda? Habéis acertado: en la única que no tenía una sexualidad contranatura.

Cuando comento situaciones de este tipo siempre me dicen: bueno, mujer, inténtalo, que total siempre pueden hacer una excepción... Vale, no digo yo que algunas de esas heteros de vez en cuando no se hayan planteado la posibilidad de darse un garbeo por estos lares de depravación, pero una cosa es tener ilusión y otra estar ciega. Y digo esto porque mido metro sesenta, mi pelo y yo no nos llevamos demasiado bien y, como dice mi madre, tengo los ojos tan chiquitillos que cuando me río parezco un tomate al que le han pegado dos puñalaicas.

Ya sé que tampoco soy un monstruito circense, pero vamos, que dudo mucho que siendo tan del montón pueda convertirme en el elemento con el que las chicas normales estarían dispuestas a hacer una excepción. Entonces, las amigas dicen siempre: pues conquístala con el palique, que de eso sí tienes.

Cierto, si doy con una chica con altas dosis de humor negro e incorrección política, la cosa suele ir bien pero... ¿qué clase de conversación se puede mantener cuando suena por ahí 'para hacer bien el amor hay que veniiiiir al Sur...'?

Así que nada, gente, o me explicáis cómo coño se activa el gaydar ése o, definitivamente, tendréis que aguantarme muy cabreada ante la ausencia de vida carnal.

domingo, marzo 12, 2006

 

Los meapilas se montan su Chueca

¿Hartos de que os regalen condones en cualquier bar? Aquí está la solución: Ave María. Y no es una exclamación mía, sino una ciudad que un magnate va a montar en Florida para todos aquellos que gustan de mear sobre las pilas.

Inicialmente está prevista para 30.000 personas aunque claro, en la medida en que estará prohibido vender condones y hacerse un abortillo, a la par que nada se dice sobre el consumo de alcohol, la lógica lleva a pensar que la reproducción de los conejos será una broma al lado de esto...

La verdad, me parece una idea estupenda y espero que cunda el ejemplo y en España se haga algo parecido. Los católicos serían plenamente felices. El alcalde sería el presidente de la Conferencia Episcopal. Las familias tradicionales se reunirían a escuchar la COPE al calor del hogar.... y a lo mejor, de una vez por todas, nos dejaban en paz al resto y no los tendríamos como vecinos que juzgan nuestras vidas pecaminosas.

Eso sí, si yo fuera la presidenta de Ryanair, no dejaría pasar la oportunidad de poner vuelos directos a Perpiñán y a Tailandia...

Ah, la noticia es real y está aquí.

sábado, marzo 11, 2006

 

Hasta que la peste nos separe

Sí, estoy mentalmente capada. Sólo soy capaz de pensar en términos de la Ley 30/92, la LCAP, Ley 30/84... No sé si eso es bueno o malo, pero el caso es que no me apetece demasiado despotricar, ni quejarme de la vida, que al fin y al cabo, es de agradecer que mis únicos problemas tengan relación con los desamores y la incertidumbre laboral.

Por eso, hoy contribuyo al engorde ciberespacial reproduciendo otra de esas informaciones que en momentos de apatía nos arrancan la risa floja.

Hay muchas cosas que socavan a una pareja. Que si dejar los pelos en la ducha cuando te depilas los sobacos, no usar la escobilla del wc después de firmar, eructar vehmentemente tras una comida copiosa, dar rienda suelta en la cama a los efectos de unos garbanzos con chorizo... Está claro que estas cosas, la cara oculta de la vida conyugal, destrozan la química inicial, el deseo de aparearte en cualquier lugar, esos dolores de estómago tan parecidos a la úlcera cuando tu otro yo asoma por la puerta...

Pero en el fondo, siempre he pensado que esos detalles, aunque evidencian el fin del romanticismo, implican a su vez que ambas partes han alcanzado un punto de inflexión en su confianza que les une casi tanto como los niños, la suegra o la mismísima hipoteca.

Imagino que hay más gente que comparte esta opinión, pero parece ser que algunos se lo toman demasiado a pecho y convierten esos detalles en su modus vivendi. Es el caso del matrimonio de esta noticia: la pobre mujer ha pedido por amor de Alá que le den el divorcio, que su marido hiede a perros muertos y no hay criatura que lo soporte.

Hablamos de Egipto, un país en el que imagino que el divorcio no será tan habitual como aquí. Y aún así, ante las reiteradas peticiones de la mujer, se lo han terminado concediendo. No perdáis ojo al subtítulo de la noticia, de contundencia brutal, ni tampoco a los argumentos literales de la mujer ante el tribunal. Lo peor de todo es ese detalle que pasa casi desapercibido: la pareja tenía tres hijos. Eso es estómago, chica.

viernes, marzo 10, 2006

 

Sigue la racha

Me vais a decir que soy una pesada con el tema de las noticias que aparecen en prensa, pero la verdad, criaturas, es que hacía tiempo que no me reía tanto al mirar los periódicos. Por si ayer no había tenido bastante con las informaciones televisivas de sobremesa, anoche me topé con otra de esas polémicas bizarras que evidencian que nos encontramos ante una plaga de corrección política nunca antes vista en el planeta.

Se trata de un videojuego que hay colgado en la web de Esukal Telebista en el cual te conviertes en toro durante un encierro de los San Fermines y, plagiando sin duda ese maravilloso juego que era 'Carmageddon', tienes que dedicarte a arrollar a los corredores que salen a tu paso, así como evitar chorretones de pis, botellas de vino o macetas de kalimotxo.

A mí, la verdad, me parece bastante instructivo y pensaba que los adalides de la modernidad no se quejarían por el asunto. Porque vale, con el 'Carmageddon' igual a algún chalado -véase caso Farruquito- le daba por coger un coche y atropellar impunemente a seres humanos, pero hasta donde alcanza mi saber, nadie puede transmutarse en toro, ni tan siquiera los cornudos como yo.

Y decía lo de instructivo, porque ahora que las ciudades rivalizan por ver quién hace el botellón más grande, el videojuego penaliza por la ingesta de alcohol.

Sin embargo, el problema reside en que, para darle vidilla al juego, cornear a unos u otros corredores da más o menos puntos. Así, si te cargas al típico inglesito borracho, consigues el máximo posible. Si le das a un 'incauto', unos pocos menos... pero si te cargas al vasco de pura cepa, al de txapela -como en McGyver, mira tú- te penaliza quitándote 100 puntos.

Claro, habéis adivinado. Para los sociatas, que no puedas cornear vascos y sí a otros es una discriminación espantosa. El sentido del humor vuelve a ser, para ellos, algo malo. Cada vez se parecen más a Ned Flanders, coño.

Pues nada, por si os apetece joder a los sociatillas y echaros un rato de divertimento en el curro, que seguro que sí, os dejo aquí el enlace al videojuego de marras.
Y por si os apetece ver la noticia, la tenéis aquí.

jueves, marzo 09, 2006

 

Insuperable!

Estaba aquí, en el salón de casa, echando un vistazo al informativo mientras repasaba unos apuntes antes de irme a la academia y me he encontrado con un par de sorpresitas impresionantes. No sé por cuál empezar porque ambas son tan absolutas que resulta difícil cuál escoger para contar en una fiesta.

Bueno, ante la dificultad de la elección, narraré los hechos por el orden cronológico escogido por el Telediario de la Primera. Una de las noticias llamó mi atención, en principio, porque hablaba de unas oposiciones impugnadas. Eran para el acceso al cuerpo de Bomberos en el Ayuntamiento de Alicante, si no he oído mal. El caso es que alguno de los opositores impugnó una de las preguntas en la que se proponían cuatro ítems que, al parecer, se correspondían con fórmulas químicas, una de las cuales era la correcta.

Pues bien, no había ningún problema con la correcta, pero una de las respuesta a elegir era 'Zapateroboboetanopacta'. Yo de química, como que me acuerdo poco a estas alturas de mi vida, por más que escogiese letras mixtas en el instituto, pero lo cierto es que esa combinación no me suena de nada.

El caso es que parece ser que la pregunta va a ser eliminada. Y digo yo: nenes, qué poco sentido del humor, que parecéis moros, mosqueandoos por una broma. Además, se nota que los políticos que se quejan por esto no han opositado en su puñetera vida. Porque oye, no veas cómo se agradece que en los tests haya una respuesta que sea manifiestamente incorrecta... aunque bueno, a lo mejor lo que les molesta es que igual la respuesta incorrecta lleva algo de razón...

La otra noticia a la que me refería sería mucho más completa con las imágenes que han salido por televisión, pero bueno, imaginarlo también puede ser divertido: una fulana en una avenida de Londres que venía a ser como la Gran Vía apartaba las manos del volante, sacaba un espejo pequeñito, el rimmel, y empezaba a acicalarse con una naturalidad pasmosa. Habrá que reformar otra vez el código de circulación...

miércoles, marzo 08, 2006

 

Cuadrúpedos


Tengo un hábito nocturno provocado por la falta de compañía en esas horas de sueño que consiste en quedarme sopa mientras escucho 'El Larguero' y en dejar la radio encendida toda la noche hasta que por la mañana me suena el despertador. En más de una ocasión se me han mezclado las noticias de los boletines informativos con sueños que estaba teniendo, llegando a un curioso punto en el que realidad y sueños se entrelazan. Así, mi cabeza está últimamente formada por hechos que no sé si he soñado o he escuchado o por la combinación de ambas cosas.

Sobre esta noticia que aparece hoy en todos los medios, estaba convencida de que no había duda, de que simplemente había soñado con ello. Pero por azares del destino, me acabo de topar con que sí que era cierta. Y aún estoy alucinando con ello. El reportaje de fotos que viene en El Mundo no tiene desperdicio. Sigo perpleja. No sé si me da risa, si me da pena o qué coño, pero el caso es que esas fotos me tienen hipnotizada.

Dicen en la información que no son capaces de doblar un folio, que a penas manejan más de 100 palabras y, por lo que se ve, pese a su condición de infraseres, son bastante sonrientes. Está claro dónde está su futuro: en la política. Tiembla, Acebes: ellos saben decir más cosas a parte de 'ha sido ETA'.

martes, marzo 07, 2006

 

Charming Caspa (III): McGyver


Al igual que los demás protagonistas de esta serie, Charming Caspa, sobran las presentaciones sobre este personaje de ficción que marcó nuestra infancia, tan lejana ella a estas alturas. McGyver no es sólo el sucesor en versión individualista del 'Equipo A' y el germen de 'Bricomanía'.

McGyver es, además, el culpable de que a finales de los ochenta se generalizase un peinado que, tiempo atrás, sólo habría sido imaginable en niños con nombres tales como Jonathan, Joshua o Christian. Estábamos, sin duda, en la antesala de ese fenómeno homogeneizador y portador de estéticas aberrantes conocido como globalización. Probablemente, tras esta serie estaba la CIA, tratando de contrastar hasta qué punto una monstruosidad capilar como la que lucía McGyver era capaz de ser absorbida por la masa, por la turba de niños sentados frente al televisor con su bocata de Tulipán.

Pero McGyver también trajo consigo otros problemas, más allá de su crimen visual. Dejando a un lado su melodía facilona e insoportable, de ésas que pretenden ser heróicas a base de infinitos redobles de tambores con acordes en clave mayor por encima, a parte de eso, esta serie fue la culpable de cruentas batallas de los niños con sus madres.

Y es que, en la medida en que todos los niños querían parecerse a McGyver, no les bastaba con lucir su leonina cabellera estilo polígono La Rosilla, sino que además, necesitaban emular a su ídolo acumulando toda la roña posible en sus uñas. Las pérdidas para la industria del jabón, por aquellos años, debieron de ser terribles...

A todo esto hay que añadir aquello de '¿jugamos a McGyver?'. Jugar a McGyver, entre mi grupo de amigos, sólo podía ocurrir cuando nuestros padres nos dejaban sólos en casa. Entonces, acudíamos al frigorífico y al armario del cuarto de baño a hacer mejunjes de todo tipo: Coca-Cola, leche, espuma de afeitar, colutorio, escupitajos, un poco de zumo, pis... todo valía. Al final, nunca sabíamos qué hacer con nuestra explosiva creación. La olíamos y poníamos cara de asco y solía acabar lanzada por una ventana a ver si le caía a algún coche de los que había aparcados debajo de casa.

En fin, a parte de estos recuerdos de la infancia, McGyver nos ha dejado otros momentos que os invito a rememorar. Es el caso de un capítulo en el que acude al País Vasco. La representación de ese 'pueblo', que pulula semidesnudo por el monte, que se entrena a pecho descubierto pero siempre con boina y que gruñe cuando se enfada es de las que deja huella. Una mezcla explosiva entre cualquier vídeo de la FAES y las escenas de Al-Qaeda entrenándose en las montañas de Afganistán.

McGyver en Euskadi, ahí va, pues

 

Emmm...

Que sí, que estos días lo he pasado un poco mal por esas cosas del pasado que aún me afectan. Pero oye, esta mañana me he tomado un café con las amigas y nos hemos echado unas risas y, al llegar ahora a casa después de estudiar como una condenada, cuando me hallaba dispuesta a prepararme una miserable pizza, mi compi de piso ha salido de su habitación y me ha dicho que hizo lentejas y que me eche un plato.
Pues eso, que a veces se sufre, cada uno por lo que le cuelga del pescuezo, pero con gente así cerca, si no salgo del bache es que soy una gilipollas.

viernes, marzo 03, 2006

 

A la rica noticia

Las páginas de sucesos, cuando no se trata de hechos demasiado luctuosos, tienen un punto de surrealismo absolutamente delicioso. De esos que te dan ganas de coger las tijeras y empezar a recortar para tu archivo bizarro personal.
Pero bueno, como ahora estamos en la era de la información, de la globalización y de tantas cosas acabadas en -ión, no es necesario utilizar ese cacharro y puedo pegar esas historias aquí.

Caso 1: Un yonki pierde sus pirulas de éxtasis y va a reclamarlas a la policía. Hay que ser tonto! Podéis ampliar la información aquí

Caso 2: Un falsificador hace una copia perfecta de un pasaporte, pero con faltas de ortografía. Más información aquí

Se lo tienen bien merecido, ya no por delincuentes, sino por paletos.

This page is powered by Blogger. Isn't yours?