sábado, junio 17, 2006

 
Me tiemblan las piernas. No puedo dormir de un tirón. El estómago se me empieza a cerrar. Sólo soy capaz de hablar de dos cosas. Tengo la mirada perdida... y no, insisto, no estoy enamorada. De hecho, por las mañanas sólo pienso en ducharme lo antes posible para irme a la biblioteca a estudiar y, por las noches, en conciliar cuanto antes el sueño para rendir al día siguiente.

Ni las cervezas, ni las amigas ni el sexo hipotético de la noche son capaces de arrancarme ahora mismo de esta dinámica diabólica en la que llevo inmersa tres semanas. Desde luego, si quieren que alguien deje los vicios, ni terapia psicológica ni puñetas en vinagre: que los pongan a preparar unas oposiciones de las duras que verás tú cómo los dejan todos.

Por suerte, mañana se acaba esto. No resisto más. Ahora en la recta final todo es brutal, pero además, hace dos meses que no leo algo que no provenga de una ley o del temario de la oposición. Por ahí le anda el tiempo sin ver una película. Todo lo más, algún capítulo de House y con cargo de conciencia...

Esto es, a nivel mental, lo más jodido que he hecho en mi vida. Empiezo a entender por qué los jueces dictan algunas de las sentencias que dictan, por qué los funcionarios parece que van a cámara lenta... porque después de un proceso así, creo que ningún cerebro puede volver a su estado originario de agilidad y coherencia.

Decía que mañana termina esto... bueno, mañana termina la primera parte... o eso espero. Porque lo que demuestra a todas luces que esto es de locos es que las buenas noticias serían enterarme dentro de una o dos semanas de que tengo el verano hipotecado porque paso a la siguiente fase y tendré que hacer el segundo examen en septiembre.

Sé que soy una abusadora y una maleducada, pero necesito mimitos para mañana, que los de la semana pasada parece que me sirvieron y casi seguro que he pasado ya a la segunda fase de las oposiciones del Estado... venga, que cuando sea funcionaria seré mucho más borde y altiva y escribiré como os gusta de verdad y no sobre estas mierdas...

Regurgitaciones:
Suerte para mañana que ya veras como sale bien...y piensa en lo bien que dormiras el domingo..o en la resaca que tendras el lunes :)
 
es cierto, opositar es una puta mierda, pero piensa en la vidorra que te vas a gastar luego tia!!! podras mirar a la gente por encima del hombro sin levantar la vista del periodico y mandar a la mierda al jefe mascullando un: si, ahora lo hago....
Animo y fuerza!!
 
Eso, tu piensa en la buena vida que te espera. Suerte mañana, cacho perra!
 
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