jueves, mayo 04, 2006

 

Take a walk on my shoes

Está claro, los maricas hemos dejado de ser el foco de interés de nuestros políticos. Ya no buscan nuestro voto detrás de pancartas el Día del Orgullo para mostrarnos lo modernos y tolerantes que son, se nos acabó el chollo porque ahora han dirigido sus miradas al ecologismo.

Si a esta nueva tendencia añadimos el hecho de que los británicos son una raza un tanto extraña, a parte de sexualmente poco atractiva -que Beckam sea su icono sexual evidencia lo que digo-, el resultado es tremendamente surrealista.

Así, después de conocer ayer los métodos ecologistas del alcalde de Londres, ahora el líder de los conservadores británicos va aún más lejos... básicamente, porque en bici el recorrido es mayor que con la parábola del pis, claro.

Este hombre, respondiendo a las pautas de su partido, es más tradicional, digamos. Por eso, deja la escatología a un lado y recurre a un icono típico del ecologista: la bicicleta. Y como es un hombre sano y cool, va a currar todos los días subido en ese artilugio, previo aviso de los fotógrafos, para que todos nos enteremos, así como de casualidad, del gran esfuerzo por consevar el medio ambiente.

Pero mi madre siempre dice que se pilla antes a un mentiroso que a un cojo... aunque en este caso, podríamos parafrasear a mi progenitora diciendo que se pilla antes a un político en bicicleta que a un cojo, porque detrás de la bicicleta le acompaña el coche oficial con los zapatitos que tiene que ponerse luego en el despacho. E imagino, además, que si hay algún periodista de investigación en la sala, deducirá que los zapatos de un político difícilmente serán de charol o de material sintético...

Sí, odio a los políticos. Todos merecen morir. Aborto postnatal para ellos, ¡ya!

La noticia, aquí.

Regurgitaciones:
jajajaja,
la frase de hoy que anoto para enmarcar:

"Sí, odio a los políticos. Todos merecen morir. Aborto postnatal para ellos, ¡ya!"
 
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